jueves 17 de mayo de 2007
El Banco del Sur
Mientras Wolfowitz pasa sus últimas horas al frente del Banco Mundial acusado de haber incumplido su código ético, el presidente Chávez anda convenciendo a otros países de la región para crear el Banco del Sur, un banco de desarrollo multilateral ajeno al imperialismo. Conviene recordar que la proliferación de bancos nacionales de desarrollo es una de las causas de la hiperinflación americana de los ochenta y de la consiguiente crisis de la deuda. Pronto olvidaron su carácter de institución financiera para convertirse en fuente de patronazgo político, clientelismo en el empleo y maquinaria de corrupción. Riesgos evidentes en el proyecto bolivariano.
El banco sólo puede salir adelante con el visto bueno de Brasil que se resiste a actuar de comparsa de Chávez pero teme cederle en exclusiva el papel de Mr. Marshall. El presidente bolivariano quiere convertir este banco en un instrumento para acabar con la dominación yankee y sustituir a las multilaterales del consenso de Washington, Banco Interamericano de Desarrollo incluido. Brasil está más preocupado porque el exceso de condicionalidad políticamente correcta está lastrando la capacidad de actuación de BM y BID al punto de convertirlos en prestamistas marginales. Los bancos que han introducido la medición de la competitividad empresarial en la agenda internacional han caído víctima de su propia burocracia. La exigencia de informes sin fin (de impacto ambiental y sostenibilidad, sobre las minorías indígenas, sobre la pobreza y la distribución de la renta, sobre la mujer y sus condiciones, sobre el desarrollo del sector privado) han encarecido el coste de los préstamos y restringido el tipo de proyectos posibles hasta el punto de expulsarles del mercado en un mundo de capital abundante. La solución no está en renacionalizar la cooperación internacional ni en aislarse de la disciplina de mercado. El BM tendría que pasar página cuanto antes y responder a las exigencias de la globalización financiera. Si no lo hace, iniciativas como el Banco del Sur proliferarán por doquier. Sin la carga ideológica de Chávez, la reunión anual del Banco Asiático de Desarrollo el 7 de mayo en Kioto ya se planteó algo parecido.
miércoles, mayo 16, 2007
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