jueves, junio 01, 2006

Malditos hijos de...

viernes 2 de junio de 2006
Malditos hijos de...
Juan Urrutia
S I mira su correo electrónico y ve que un familiar de toda confianza le pide que envíe a todos sus contactos un mensaje de ayuda para un niño de dos años que necesita urgentemente donantes de sangre, no se fíe. Yo lo hice, cayendo en la trampa de unos mafiosos y causando molestias a mucha gente, entre ellos el director de esta publicación José Luis Navas y mi estimado vecino de firmas invitadas Oscar Molina. Aprovecho para disculparme con ellos de todo corazón. Existían infinitas razones para desconfiar: en los hospitales disponen de bancos de sangre y, de faltarles, ellos mismos lo comunican a los habitantes más cercanos. Sin embargo, no sé si porque acabo de tener un sobrino y me tocaron la fibra sensible o por falta de vitaminas, no reaccioné de forma cabal, no me vinieron a la cabeza deducciones sagaces precisamente e importuné a un nutrido grupo de personas que espero no sufran por mi torpeza un incesante bombardeo de publicidad. Este es normalmente el objetivo de los HOAX —así se denominan estos bulos— conseguir ingentes cantidades de direcciones de e-mail que el desaprensivo creador de la mentira —spammer en el argot informático— satura de spams o correo no deseado. En este caso concreto no pedían que el correo fuera devuelto, lo que hace pensar que se trata de una broma macabra sin más. Alguno de ustedes, seguramente más versado en estos asuntos de la gran tela de araña —predicha por Nostradamus según algunos— que es Internet, probablemente se sonría ante tanta ingenuidad por mi parte. Reconozco que de no haber caído en la trampa ahora mismo estaría mofándome con cierta prepotencia del embaucado. Sí, soy así de malo. Pero no creo que sea cuestión de inocencia, creo más bien que a menudo cuando algo nos conmueve reaccionamos con impulsos poco racionales pero sin duda humanos. De eso se aprovechan esos a los que hace referencia el título de este artículo, causando en sus víctimas no sólo molestias, sino además una profunda indignación, una tremenda sensación de haber sido tomadas por tontas, los sentimientos propios heridos, utilizados con fines comerciales o cruelmente burlados. Como se vale el león de la necesidad de beber de la gacela para esperarla junto al agua, se sirven estos miserables desde hace cuatro años, del pesar que produce un niño enfermo. En el hospital Fremap de Sevilla llevan todo este tiempo intentando acabar con el bulo en cuestión sin éxito alguno, pues según el mensaje el presunto chiquillo esta ingresado en esta institución. Dan hasta el nombre y apellidos de una doctora cuya existencia me he preocupado de comprobar y vía e-mail la he informado del mal uso hecho de su nombre. Infinidad de mensajes solicitando ayuda para niños dolientes, alertando al receptor contra virus malignos que destruirán su ordenador o falsos mensajes de diversos bancos, entre otros, pululan por la red impunemente. Recordarán sin duda el famoso caso de los gatos embotellados, que engañó a casi todo el país, entre otras cosas porque muchos medios de comunicación (la agencia EFE inclusive) mostraron su más enérgica condena ante tan repulsivo acto de crueldad. He visitado la página “Vs Antivirus” —la cual les recomiendo pongan sin dilación en favoritos de su PC— y he encontrado interesante información sobre este e infinidad de HOAX. Al parecer, en Enero del dos mil uno se creó la página www.bonsaikitten.com en la cual se vendían gatitos embotellados. Explicaban también el proceso mediante el cual los introducían en dichos recipientes y los mantenían con vida, los métodos presuntamente utilizados eran dignos de la más sangrienta película de Fu manchú. Esto fue investigado incluso por el FBI que confirmó la falsedad de este asunto. Por lo visto un estudiante aburrido de los divertimentos habituales como disparar granitos de arroz con un bolígrafo hueco o dibujarle orejas de burro a Jovellanos en el libro de historia, instaló un ordenador en Massachussets que mantenía el sitio de forma automática. La página fue retirada, pero en la actualidad vuelve a estar activa con la siguiente dirección http://zealcorp.combonsaikitten/ Las explicaciones —en inglés— y las imágenes son espeluznantes, además de trucadas, pero como decía antes, una persona impresionada por lo que ha visto probablemente no se pare a examinar si hay photo shop de por medio. Hoy todos sabemos que los gatitos embotellados no existen, que cierta señora estadounidense no intentó secar a su gato en el microondas con resultados explosivos o que la Coca Cola no está envenenada, sin embargo son tantos y en ocasiones tan retorcidos los mensajes malintencionados que esperan que algún incauto desconocedor de los HOAX como el arriba firmante muerda el anzuelo, que sólo nos queda la solución de eliminar cualquier correo que no sea de la tía Pepi felicitándonos las Navidades.

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