sabado 2 de febrero de 2008
Espacios alternativos para la democracia
Ernesto Ladrón de Guevara
A NTE la situación esperpéntica en la que se encuentra nuestro sistema político y la misma democracia, en manos de unos políticos irresponsables, cuya expresión más paradigmática es Zapatero y sus frívolas promesas electorales, no podemos dejar pasar esta oportunidad para resolver nuestro próximo inmediato. Estamos en el peor de los escenarios desde que se reinstauró la democracia en España. Los compromisos electorales, que están fuera de lugar en un contexto de crisis económica y pérdida de confianza internacional en nuestras posibilidades reales por culpa de un gobierno que los españoles no merecemos, suenan a tomadura de pelo. Y desgraciadamente Rajoy está cayendo en el juego y entrando en una espiral absurda de a ver quién ofrece más, convirtiendo la liza preelectoral en un mercado persa, en un guirigay de charlatanes de feria. Lo que los españoles necesitamos es líderes que nos digan en qué situación estamos sin engaños. Líderes sinceros que aparquen la demagogia y que nos expresen con sinceridad y nobleza las recetas que urgen para sacar a España del marasmo y resolver la crisis estructural en la que estamos embarcados. Líderes con principios que no hagan seguidismo de políticas populistas para bobos y que planteen soluciones profundas que proporcionen a nuestros hijos un escenario de estabilidad política, institucional y económica, y que resuelvan los retos morales con decisión y sin complejos. Ese tipo de líderes tampoco está representado en Rajoy, que postula políticas continuistas respecto a lo realizado por la mal llamada izquierda. Rajoy no ofrece más que rectitud y seriedad en las formas pero no en los contenidos. Aunque eso sólo, por sí mismo ya es suficiente para votarle, pues lo que se nos presenta en el resto del espacio electoral es para correr y no parar, salvo, con matices importantes, el partido representado por Unión, Progreso y Democracia, que no es la pócima milagrosa precisamente, o Ciudadanos.
Es necesario configurar una tercera vía ajena al PP y al PSOE para regenerar el sistema. Es verdad que hoy por hoy no hay otra alternativa viable que Rajoy, pues estamos en una situación de emergencia, pero habrá que ir pensando en otras soluciones de futuro aunque sólo sea para evitar seguir en el anquilosamiento en el que la política española se encuentra en el presente. Ese enquistamiento tiene dos apellidos: socialismo populista demagógico y nacionalismo totalitario.
En esa configuración de ese tercer espacio ha habido ya pasos, aunque no es el mejor escenario para que se consolide en un próximo inmediato.
Primero fue el partido “Ciudadanos”, que nació a partir de una plataforma de catalanes hartos de los abusos del nacionalismo. Eso fue antes de la definitiva adscripción del socialismo catalán a la órbita del nacionalismo radical.
Después surgió otro grupo político, Innovación Democrática, con vocación de ser un partido estatal, que recogió la inquietud de “Ciudadanos” para recuperar la democracia real en los ámbitos donde los nacionalismos periféricos extienden su estigma totalitario como una mancha de aceite. Aparte de esta inquietud que acongoja a millones de españoles, INNDE denuncia la degradación del espíritu constitucional y el deterioro de la democracia liberal en España y propone interesantes fórmulas regeneradoras de las libertades y derechos individuales.
Posteriormente apareció otra opción, más o menos mimetizada en las anteriores ofertas, con figuras de gran personalidad política e indudable liderazgo como Fernando Savater, Rosa Díez y Mikel Buesa. UPD es un partido que también trae aire fresco a la esclerotizada política española dominada por el síndrome nacionalista, que alguien dijo que es más propio de análisis psiquiátrico que de estudio politológico. Hoy es la fuerza más extendida y fuerte de este tercer espacio que pretende recuperar el verdadero sentido de la democracia, luchar contra el exclusivismo nacionalista y regenerar el constitucionalismo democrático.
En estas próximas elecciones tanto “Ciudadanos” como “Unión, Progreso y Democracia” concurren como opciones diferenciadas. Innovación Democrática no lo hace por no tener ninguna expectativa de obtener resultados de representación y para no dividir más el voto.
Sin duda, los descontentos con las políticas desarrolladas por el Partido Popular y el Partido Socialista son muchos. Sin duda, hoy hay muchos más motivos de preocupación derivados de las políticas desarrolladas por el señor Zapatero, y demasiados motivos de malestar, aunque ni uno ni otro partido han hecho lo suficiente para poner remedio a la degradación del espíritu constitucional y a la descomposición de las libertades públicas y derechos ciudadanos. Por tanto, un tercer espacio constitucionalista regenerador, que nutra la separación de poderes y contribuya a la estabilidad política de nuestras instituciones en España, es desde todo punto de vista necesario.
Pero, ello no será posible sin la unidad de los tres partidos antedichos, sin la convergencia de esfuerzos y la cooperación entre ellos, para lograr el mejor resultado en la representación electoral. Divididos, los tres partidos, no tienen posibilidad de abrir hueco en el bipartidismo imperante, y en el bloqueo de la pluralidad política que socialistas y populares han impuesto en el ámbito de España en su conjunto.
Cada partido por separado no tiene posibilidad alguna de abrirse espacio político. Es evidente que U.P.D es el mejor posicionado, y es posible que, si tiene algún éxito electoral, este partido esté en condiciones de absorber a los otros dos partidos, pero ello no es probable. Espero equivocarme y que U.P.D. obtenga el mejor de los éxitos electorales, pero la lógica me dice que es bastante dificultoso, por no decir utópico.
Por ello, es preciso contribuir a configurar una alianza que fructifique en una fórmula que posibilite la no fragmentación de ese tercer espacio para un futuro inmediato que se presenta descorazonador.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4409
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