viernes, febrero 23, 2007

Xavier Navaza, El sinuoso ronsel del dinero

sabado 24 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
El sinuoso ronsel del dinero
En medio del rebufo que la corrupción urbanística proyecta sobre una buena parte de la clase política de este país, sus señorías se divierten en la carrera de San Jerónimo debatiendo a la contra para ver si van o no van hacia una reforma abierta y consensuada de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos. Desde hace años, el Congreso de los Diputados tiene sobre la mesa la modificación de una norma que data de 1987 y cuya actualización reclama, sin éxito, el Tribunal de Cuentas en sus informes anuales.
Sin éxito ni el menor asomo de luz que nos indique que socialistas y populares -las dos organizaciones mayoritarias del laberinto español- están dispuestos a afrontar una reforma cuya ausencia amenaza con devaluar cada día más la imagen que nuestros líderes tienen ante la opinión pública y publicada de la nación. El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) nos acaba de decir esta misma semana que ninguno de los personajes que polarizan la atención política se merece un simple aprobado. Eso debería bastar para que ambos, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy y con ellos todos los demás, hiciesen acto de contricción y pidiesen disculpas a la ciudadanía.
Hombre, sí, Rodríguez Zapatero casi llega al aprobado, muy por encima de Rajoy, pero la escasa nota de ZP no alcanza ni para alimentar una mínima esperanza de autocrítica en el satisfecho presidente del Gobierno central. Y en medio de todo ello, el horizonte de las próximas elecciones municipales: aún no se han constituido, ni mucho menos, todas las candidaturas, y no hay espectador mínimamente avisado que no espere a ver por dónde salta el siguiente capítulo de la corrupción a escala local. Sea en Galicia o en Levante, saldrá, porque de eso se encargará Joan Mesquida -director general de la Guardia Civil y de la Policía Nacional- con el cuerpo de especialistas que se ha puesto a indagar en la inmensa selva del ladrillo que merodea en torno a alguna de nuestras más caras instituciones.
Los comicios autonómicos y municipales del 27-M costarán un Potosí y de algún lugar habrá que sacar las toneladas de euros que hacen falta para afrontar el desafío de las urnas. Así que a nadie debería haberle extrañado que el interminable enfrentamiento que PSOE y PP protagonizan sobre la arena del gran OK Corral en que se ha convertido España, bloquee ahora, una vez más, la aplazada reforma financiera de los partidos. Al fondo del escenario, tras las bambalinas, están las fundaciones, empresas y particulares que contribuyen a nutrir las arcas de las organizaciones políticas y de los ayuntamientos. Y todo cuanto vaya en la dirección de controlar ese submundo, a menudo inaprensible, será siempre mal recibido por quienes han hecho de la financiación oculta y de la caja B el motivo y el sistema de su propia supervivencia. Sencillamente porque las cantidades que regula la legislación vigente en materia de partidos políticos, no alcanzan ni para los entremeses. Y la vida, como todos ustedes saben, ha subido una barbaridad.
HABLÓ PALAO
Un Gobierno sin coraje para decidir
El secretario de Transportes del Ministerio de Fomento, Fernando Palao, no quiere que Madrid ceda a Galicia sus competencias en materia de salvamento marítimo. Y para ir a la contra se permite hacer un ejercicio de cinismo político: "Todo el mundo pide puertos de refugio", dijo ayer, "pero a condición de que no sea en el suyo". O sea, que no habrá puertos de abrigo en el Atlántico porque en este país, empezando por Palao, nadie tiene coraje para tomar decisiones comprometidas .

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