domingo, febrero 25, 2007

La comunicacion del PP tropieza con el "perfil bajo" y los titubeos

La comunicación del PP tropieza con el "perfil bajo" y los titubeos
Antonio Martín Beaumont

El sábado más de un dirigente del PP, incluido su "número uno", se quedó, como suele decirse, "colgado de la brocha". ¡La comunicación, don Mariano! ¡La maldita co-mu-ni-ca-ción!

26 de febrero de 2007. Son los mismos problemas de comunicación de siempre. Los mismos. Ingenuos, además. Solucionables, también. Pero no se les pone remedio y se repiten como de oca a oca y tiro porque me toca. Esta semana pasada se ha visto alrededor de la concentración de la AVT en Madrid.Concentración (más bien "rebelión cívica", por cierto), de nuevo, llena de respeto, impresionante y… exitosa, pese a las muchas descalificaciones –tan excesivas- escuchadas, y las presiones inaceptables que han soportado los convocantes. Resulta anormal ver cómo algunos se han lanzado contra el representante de las víctimas, Francisco José Alcaraz, con mayor furor que contra el asesino terrorista Ignacio De Juana.Cuando de terrorismo se habla, la neutralidad, la equidistancia, es inmoral. Una obscena prueba de ellos es la frase del socialista vasco Jesús Loza: "Nosotros hemos reconocido que los socialistas, los populares, las personas que sufren violencia de persecución, los asesinados o las familias, no somos los únicos que sufrimos. Hemos reconocido que sufren los familiares de las víctimas del terrorismo, y que sufren los asesinos y las madres, pero queremos que ustedes reconozcan el origen primario de la situación, que es la existencia de ETA".Vaivenes ante la concentraciónAunque... vayamos a la comunicación pepera. Desde el edificio de la gaviota azul de la calle Génova se filtró el lunes a los medios -a conciencia- que la representación del partido que acudiría al acto convocado por Alcaraz iba a ser de "perfil bajo"; pocas horas después el secretario general del PP, Ángel Acebes, como era lógico, decía a todo el que quería escucharle que él "desde luego sí iba a acudir" a la Plaza de Colón. ¿Perfil bajo? ¡Pero si es el número dos del PP!¿Sorpresa? No. Lo de siempre. Más de lo mismo. Que el PP, cuando las cosas se tensan, no se sabe bien si sube o si baja. Si está o si no está. Siguen sin percatarse los mandatarios genoveses de que los ciudadanos castigan más la partición que la equivocación. Y para colmo, han dejado colgados de la brocha a unos cuantos dirigentes del partido que no tenían por qué haber sido puestos ante los focos -y con esos pelos- por tan ingenua estrategia. ¿Qué ocurre, que Alberto Ruiz-Gallardón, Francisco Camps, Josep Piqué o Javier Arenas no han querido estar con las víctimas este sábado, mientras Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja, Esperanza Aguirre y María San Gil, sí? ¿Los dos "pepés" tan pregonados por medios socialistas de nuevo? ¿O hay dirigentes populares "díscolos" que no respetan las consignas de su número uno y otros "disciplinados"? Peor sería aún pensar que Mariano Rajoy ha dado libertad a sus "notables" para que cada uno haga lo que le dé la gana. ¡Vaya cacao entonces! El análisis de lo que dice –tozudamente- el CIS debería aconsejar una reflexión serena en la séptima planta de Génova.A tanto llegó el desaguisado que el gabinete de prensa genovés, sin darse cuenta de que el "acicalamiento artificial" es mal compañero de la comunicación política, tuvo que remitir un comunicado –tarde y mal; muy mal-, informando de que Rajoy no había podido participar en la concentración en Colón por tener que asistir al funeral de la soldado fallecida en Afganistán, previsto a la misma hora en Friol (Lugo). ¡El colmo! "Entre bomberos no nos pisemos la manguera", debió pensar más de un compañero notable. Por más que la presencia del líder de la Oposición en el funeral de Idoia Rodríguez Buján, tan injustamente tratada por las máximas autoridades del Estado, sea digna por supuesto de todo elogio.Es cierto que entre políticos de postín cala con facilidad aquello de que "quienes desembarcaron en Normandía no desfilaron en París". Claro. Y ¿quién no quiere saborear las mieles del éxito? Pero, en fin, antes de desfilar, primero hay que llegar a Les Champs-Elysées.

No hay comentarios:

Publicar un comentario