CON EL 18-J Y LAS ELECCIONES ENCIMA
Miedo de Carod-Rovira y Puigcercós a una rebelión en Esquerra
De los "petardos" que ponían algunos de ERC a la "mochila" de MaragallMaragall sigue pidiendo el "sí" sólo para que no gane el "no" del PPEl descontrol de ERC, clave en las encuestas del 18-JLa campaña del Estatut catalán abre el año electoral
En las últimas jornadas ambos dirigentes multiplican sus contactos para no perder las riendas del partido cuando se aproximan momentos decisivos. Pero ya hay quien prepara el relevo.5 de junio de 2006. En el seno de Esquerra Republicana hay montañas de barullo a cuenta del desconcierto producido por la salida del gobierno de Pasqual Maragall. A la perplejidad de los primeros días se superpone la irritación que causan en la actual dirección las voces que claman contra los golpes de rumbo, que se diría en terminología náutica, adoptados. Josep Lluís Carod-Rovira, presidente de ERC, Joan Puigcercós, su secretario general y portavoz parlamentario, y sus cercanos, han optado por "multiplicarse" en los últimos días para frenar que la formación vuelva a revivir viejas tensiones. Si el pasado lunes un periódico de tirada nacional hablaba de un mini-cónclave en casa del ex secretario de Organización de Esquerra, Xavier Vendrell, un hombre de confianza de Puigcercós, para cortar en seco cualquier atisbo de rebelión de las bases, fuentes de la formación independentista señalan a Elsemanaldigital.com la convocatoria días atrás de alrededor de unos 60 dirigentes territoriales a una cena. La consigna lanzada entonces -como en casa de Vendrell- por Puigcercós fue clara: no es el momento de ofrecer una imagen de división.Claro que, y siempre según las mismas fuentes, muchos fueron los llamados a la cita, pero no todos acudieron. El ex consejero Joan Carretero, firme defensor del "no" al texto estatutario, no acudió, en un gesto tildado de "rebeldía". De hecho, ha convocado una asamblea el próximo día 17 de junio, jornada de reflexión de la consulta del nuevo Estatuto, con el fin de debatir la necesidad de celebrar un congreso extraordinario. Su figura planea pues sobre los sectores críticos con las últimas actuaciones de la dirección del partido.De hecho, Carod-Rovira este pasado viernes mantuvo sus propios contactos con medio centenar de personas y, entre otros, varios dirigentes territoriales de ERC. En el "cuerpo de guardia" que rodea a Carod-Rovira y Puigcercós son conscientes del coste de la necesidad de un cierre de filas en vísperas de un referéndum en el que se juega parte importante de su futuro inmediato y a las puertas de un adelanto electoral de las elecciones autonómicas en el que el partido debe resituarse tras su abrupta salida del Ejecutivo de Maragall. En efecto, existe el temor a que se pueda producir un intento de desbancar a la actual dirección, y de ahí el inicio de movimientos por la supervivencia. Ya ahí quienes aventuran que el desenlace será una batalla sin cuartel en las trincheras del independentismo catalán. Ésta es la preocupación de quienes han ocupado el poder en Cataluña durante más de dos años.El referéndum despejará alguna de las muchas incógnitas actuales. Internamente, si los resultados obtenidos son positivos para el PSC y CiU, los partidarios de Carretero tendrán una bala en la recámara en la lucha por el liderazgo. La consigna, por tanto, es resistir.
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