viernes 21 de abril de 2006
Rajoy exige a Zapatero el compromiso de no vender Navarra ni pactar con Batasuna
Sanz insiste en que el Gobierno ha acordado con ETA impulsar la anexión al País VascoC . M.
Madrid- El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, escenificó ayer, en la misma Pamplona, el compromiso firme de su partido con el principio de que Navarra no sea en ningún caso «moneda de cambio» para intentar consolidar el proceso de paz abierto con la declaración de alto el fuego permanente por parte de ETA. Para ello se reunió con el presidente foral, Miguel Sanz, con quien a puerta cerrada analizó el escenario político y el «viraje» que están dando los socialistas, en lo que se sospecha es una estrategia dirigida a tejer puentes con la izquierda «abertzale» para intentar entrar así en el Gobierno autonómico tras las próximas elecciones autonómicas. La conversación también trató de las cartas de ETA a empresarios navarros y de la falta de concordancia entre la negativa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a fecharlas después del último comunicado etarra y lo que éstos, por contra, mantienen. Rajoy, que ha hablado personalmente con algunos empresarios, fue informado por Sanz de los datos que él conocía. Después de la entrevista privada, los dos políticos escenificaron el blindaje de un pacto en defensa de que no prosperen, bajo ningún concepto, los planes «anexionistas» de los nacionalistas y de ETA, sobre los que desde las filas socialistas se está últimamente lanzando mensajes ambiguos. El jefe de la oposición fue más allá e instó expresamente a Rodríguez Zapatero a comprometerse en público a que la comunidad foral no se utilizará de ninguna manera como carta de negociación. «Navarra, en ningún caso, puede ser moneda de cambio de nada. Mientras yo sea presidente del PP, mi partido nunca aceptará que se hable con nadie de su estatus jurídico. Y me gustaría pedirle al presidente del Gobierno claridad en este asunto y un pronunciamiento igual al que yo acabo de tener ahora». También le retó a dar su palabra de que el PSOE no llegará a pactos con partidos que «no creen en Navarra sino que están en una operación distinta» -un claro mensaje con vistas a las elecciones del próximo año-. Rajoy aprovechó para tender la mano a la patronal navarra, ante «cualquier problema» que pueda tener; para reiterar que el objetivo no es verificar si «ETA se está quieta una temporada, sino si hay tomada una decisión irreversible de dejar las armas»; y para volver a expresar su negativa a la creación de una «mesa de partidos» en la que se hable de entelequias como «Euskal Herria». En muy duros términos, por su parte, se expresó el presidente autonómico, quien aseguró que tiene una «percepción clara» de que los delegados de la Administración central han pactado con los representantes de ETA la «creación de una institución común que gestionará los asuntos de Navarra de manera consorciada con el País Vasco, a través de un Organo Común Permanente». «Tengo la percepción que se ha pactado esa institución común», sentenció. Toque de atención del Gobierno. A esas palabras respondió el Gobierno a través del secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, quien destacó que al Ejecutivo le gustaría que no se crearan problemas «artificiales» y que la actitud de buscar soluciones prevaleciese sobre la de fomentar «confrontaciones», informa Ep. Si el socio de UPN en el Gobierno foral, CDN, respaldó las sospechas de Sanz, los socialistas navarros proclamaron, sin embargo, que ese órgano común «no es ni necesario ni útil». Los nacionalistas también salieron en tromba a cuestionar al presidente autonómico.
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