miércoles, octubre 10, 2007

Urbaneja, Crecer al 3,3% el 2008,¿optimismo desaforado?

jueves 11 de octubre de 2007
Crecer al 3,3% el 2008, ¿optimismo desaforado? Fernando González Urbaneja

El Gobierno optó a la vuelta de vacaciones por el optimismo económico, una inspiración made in Moncloa que no hizo feliz ni al inquilino del caserón de Hacienda ni a su vecino al este, el del Banco de España. Las turbulencias, aún por estimar, de los mercados financieros no ha hecho pestañear a los estrategas socialistas, que sólo tienen ojos para la cita electoral de marzo. Entre los activos del Gobierno, la trayectoria económica y ante el catastrofismo inicial de los populares, el Gobierno decidió optimismo sin reservas.
Por eso la matizada y prudente actitud de Solbes, que en unas declaraciones a los amigos de la SER reconoció que hay problemas, que el crecimiento puede resentirse, recibió una inmediata rectificación del propio presidente Zapatero en el sentido de que todo va viento en popa y que ante las dificultades de fuera la fortaleza interior es suficiente para resistir.
El gobernador del Banco de España se ha apuntado a la cautela de Solbes pero a las preguntas matiza y siembra cierta confusión, dice hablar en bandas, entre el máximo y el mínimo de los pronósticos (así cualquiera es profeta). El tema de fondo es la previsión de crecimiento, más o menos del 3%. La hipótesis optimista, la del Gobierno, es un PIB para el 2008 creciendo al 3,3%; la de los pesimistas no espera alcanzar el 2,8%.
Ese medio punto de diferencia no es baladí, tiene consecuencias relevantes en la recaudación, reduce linealmente los ingresos presupuestarios pero no los gastos. Por tanto conspira directamente contra el objetivo de superávit presupuestario.
Solbes ha presupuestado siempre a la baja, se ha equivocado los tres últimos ejercicios en algo más de medio punto de crecimiento menor de lo alcanzado. En tres años casi dos puntos más de lo previsto, que traducido a ingresos es un buen pellizco. Donde estimó equilibrio o superávit presupuestario de unas décimas (entre una y cuatro, siete décimas para el trienio 2005/07), va a cerrar cuentas con un superávit de cinco puntos de PIB.
Efectivamente, Solbes puede decir que tiene la despensa llena, mucho más que cuando llegó, que la recibida del Gobierno anterior. Pero si cuesta mucho llenar la despensa, mucho menos cuesta vaciarla.
El Presupuesto del 2008 puede estar sobrevalorando el crecimiento y, consiguientemente, los ingresos. No lo vamos a saber hasta que llegue el nuevo Gobierno en primavera, cuando la ejecución presupuestaria del primer cuatrimestre aporte datos objetivos.
Por los comentarios del gobernador, lo del 3,% es claramente optimista, demasiado optimista. Pero en la Moncloa no quieren malas noticias, se lo prohíbe el optimismo visceral del inquilino del Palacio. Al Gobierno le fue bien la prudencia de Solbes, ya veremos cómo les va con el optimismo de la voluntad.
fgu@apmadrid.es

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