lunes, octubre 22, 2007

Solos ante la crisis

lunes 22 de octubre de 2007
Solos ante la crisis
EL Gobierno está solo en su optimismo ante la ralentización económica. El presidente puede hacer chistes fáciles con que el FMI «se equivoca un rato», pero sigue siendo la institución económica multilateral más prestigiosa del mundo: sus informes semestrales son lectura obligada en la comunidad financiera, su capacidad para crear opinión es indiscutible y su poder de convocatoria, proverbial. Como contaba ABC el pasado sábado, el Fondo hizo público su informe de perspectivas para 2007 y 2008. España es, después de Estados Unidos, el país industrializado que más sufrirá las consecuencias de la crisis. La previsión de crecimiento para 2008 se ha rebajado siete décimas, hasta el 2,7 por ciento, por las dificultades que tendrán los bancos españoles para seguir financiando el «boom» inmobiliario y la pérdida de competitividad derivada de la fortaleza del euro. Se advierte específicamente del peligro real de un descalabro en el mercado de la vivienda y de que el déficit por cuenta corriente siga ampliándose hasta superar el 10 por ciento del PIB el año que viene.
El panorama es bastante distinto del que se empeña en pintar el Gobierno, que todavía insiste en la bondad de sus previsiones. Sólo la miopía electoral puede explicar la obcecación en negar la evidencia y los pueriles intentos por desacreditar a una institución en la que simultáneamente queremos ampliar nuestra presencia y protagonismo. Conviene recordar que aumentar el poder de voto de España en el FMI es loable objetivo de este Gobierno, pero no parece que criticar sus análisis, exclusivamente por razones de política doméstica, sea la mejor manera de ganar respetabilidad y hacerse amigos.
No sólo el FMI predice un considerable impacto negativo de la situación financiera internacional en la economía española. Instituciones nacionales como AFI, BBVA, Funcas o Intermoney, algunas no especialmente distantes del Ejecutivo, han modificado sus previsiones en la misma línea. El consenso de los economistas, españoles e internacionales, señala a nuestro país como uno de los principales afectados por el endurecimiento de las condiciones de crédito. El presidente lo sabe y llegó a hacer en el Foro ABC una petición expresa -totalmente inadecuada y casi irresponsable- a las instituciones financieras para que continúen prestando como si nada hubiera pasado. El Banco de España se sintió obligado a intervenir y realizó una llamada a la cautela, sabedor de que las crisis se alimentan y enquistan por alegrías y complacencias innecesarias en momentos de cambio de ciclo. Es de sabios rectificar a tiempo. No es fácil imaginar qué mas evidencias necesita el Gobierno. Le bastaría con hacer caso a sus propios técnicos, que ya apuntaban una desaceleración antes del verano, y olvidarse de los propagandistas de Moncloa.

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