miércoles, octubre 10, 2007

Ramon Perez Maura, ¿De verdad somos iguales?

miercoles 10 de octubre de 2007
¿De verdad somos iguales?

RAMÓN PÉREZ-MAURA
La verdadera igualdad implica reconocer al prójimo los mismos derechos que esperas que te sean reconocidos a ti. Se puede ser generoso y dar más de lo que recibes, pero hay una línea de mínimos ante la que no se puede retroceder. El caso que se acaba de dar en Italia con la aceptación del uso del burka es un buen ejemplo de hasta dónde no se puede ceder. No creo que haga falta profundizar en cómo se humilla a la mujer a la que se hace creer que el tener que estar cubierta todo el tiempo ante los demás es una forma de ensalzar su condición femenina.
Pero, admitamos por un momento que así fuera. La pregunta entonces sería por qué debe el Occidente cristiano tolerar ese despliegue de manifestación musulmana y consentir al mismo tiempo que en la tierra del islam esté prohibida toda forma de manifestación cristiana, ya sea religiosa o cultural. Por qué a las mujeres musulmanas hay que autorizarles el uso de su vestimenta aquí y en ningún caso a las occidentales se les autoriza allí la vestimenta occidental. Dicho en pocas palabras, por qué sólo tenemos que ceder nosotros.
Es frecuente escuchar que esas gentes vienen a Europa buscando una vida mejor, huyendo de la pobreza, de la miseria incluso, y tienen derecho a conservar aquí sus costumbres. Suena muy bonito, pero habrá que convenir que si uno acude a otra sociedad para beneficiarse de sus ventajas, lo que no puede pretender es reproducir en ella las condiciones que han provocado su miseria en la sociedad de origen. Y hay una forma todavía más evidente de ver el caso que nos ocupa. España, Francia, Italia, Alemania y otros países tienen una numerosa población musulmana que ha acudido buscando la afluencia económica de esas sociedades. E intenta mantener en ella sus rasgos culturales y religiosos, creando una sociedad en paralelo a la que les acoge -el núcleo de lo que se llama el multiculturalismo. La pregunta -a la que nadie me ha respondido nunca- es, ¿por qué esos piadosos musulmanes vienen a Europa en lugar de emigrar a Arabia Saudí, país rico donde los haya y donde su cultura islámica es rigurosamente respetada?

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