miércoles, octubre 10, 2007

Las ovejas amamantan a los lobos

jueves 11 de octubre de 2007
Las ovejas amamantan a los lobos
EL medio ambiente cuenta hoy en día con infinidad de enemigos dado que vivimos en un mundo en exceso industrializado y no parece existir una forma efectiva de reducir la presión que la actividad humana está efectuando sobre la Naturaleza.
La mayor parte de las personas de buena voluntad desearían no contribuir al anunciado desastre del calentamiento global e intentan paliar el daño que otros causan. Sin embargo, la ministra encargada de defender a esa Naturaleza se ha convertido en su peor enemigo puesto que siendo la única que cuenta con medios para ayudarla, se empeña en destruirla.
La semana pasada hizo aprobar una ley según la cual se subían los impuestos a los vehículos que más contaminaran, exceptuando los yates y los aviones privados, a los que se les disminuían dichos impuestos. Ante el escándalo lo atribuyó, sin dar más explicaciones, a «un error».
Hace dos años los técnicos de uno de sus mejores departamentos -Acuamed- diseñaron unas desaladoras que disolvían la salmuera antes de ser devuelta al mar y en las que el coste del agua era cinco veces inferior al de las tradicionales, lo que favorecería no sólo a la agricultura, sino permitiría que se recuperaran tierras que ya se habían desertizado y acuíferos sobreexplotados.
La ministra las alabó asegurando que iba a construirlas de inmediato, pero en el último momento cedió a la presión de las grandes empresas a las que el sistema perjudicaba, ordenando que guardara el proyecto en un cajón y permitiendo que se arrojaran sobre las praderas de «poseidóneas mediterráneas» millones de metros cúbicos de salmuera.
Cuando los agricultores almerienses, que veían que con un agua tan costosa se perderían sus cosechas protestaron, alegó, utilizando para ello el Boletín Oficial del Estado, que dicho proyecto no podía llevarse a cabo porque las gaviotas se electrocutarían al chocar contra cables aéreos inexistentes, y que dicho sistema consumía en desalar 115,8 megavatios año, mucho mas que los sistemas tradicionales que consumían 115,8 megavatios año. (Suena absurdo pero aparece publicado en BOE, nº 26750 del 14 de julio del 2006). Como disculpa se alegó que se trataba lógicamente de «un error».
Se gastó una fortuna en construir una desaladora tradicional en Carboneras que no trabaja más que al 10% de su capacidad debido a que no la dotó de tuberías con las que distribuir un agua que los agricultores no quieren consumir por su alto precio. Fue sin duda «un error». Se gastó otra fortuna en una desaladora tradicional en Murcia que no podrá funcionar hasta dentro de un año puesto que se olvidó de proporcionarle electricidad. Semejante olvido no puede atribuirse mas que a «un error».
En mayo del 2006 sus técnicos le entregaron el informe: «Aprovechamiento Hidroeléctrico con agua de mar por el sistema de acumulación por bombeo». Acuamed deseaba participar con un 51% en un proyecto que recicla energía con lo que se evita consumir más combustibles contaminantes en horas punta y emitir más CO2 a la atmósfera contribuyendo a ahorrar parte de los 3.000 millones que debemos pagar a otros países por sus derechos de emisión de CO2. No obstante, la señora ministra permitió que el estudio se silenciara.
No se le pidió que construyera las pirámides de Egipto, pero admite que en tres años y medio «no ha tenido tiempo» de confeccionar una «Ley de Aguas» que ponga coto a los desmanes de los especuladores. Otro grave «error».
Intentó reducir a la tercera parte el consumo de agua de los habitantes de las ciudades sin tener en cuenta que las cloacas están concebidas para arrastrar unas cantidad de aguas negras en las que se encuentran disueltos los sólidos, por lo que si reduce el líquido llegan los malos olores y surgen las epidemias al tiempo que todas las depuradoras de aguas residuales que existen en la actualidad se atascan, con lo cual los ríos y los mares se contaminan aún más. El tema quedó archivado puesto que hubiera significado otro craso «error».
Invirtió fortunas en campañas contra los incendios forestales, pero cuando se le propuso un sistema para luchar contra ellos, su secretario general para la Biodiversidad respondió en carta oficial con membrete del Ministerio: (30/08/06) «Debe ser la empresa privada la que investigue cómo acabar con dichos incendios, y más tarde se estudiará la forma de reintegrarle los gastos por medio de un concurso de I+D». ¿Puede considerarse tal respuesta un absurdo «error»?
Triste resulta admitir que estamos destrozando el patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados, pero más triste resulta admitir que aquellos que deberían protegerlo no dejan de cometer un error tras otro, parecen empeñados en destruirlo y por si fuera poco nos machacan a todas horas con una estúpida cantinela: «Total, por un poco de agua... Total por un plástico...Total por una botella...».
Últimamente se esta propiciando una fuerte campaña en los medios de comunicación con el fin de que se construyan nuevas centrales nucleares poniendo como disculpa los fallos de Red Eléctrica Nacional, e incluso exigiendo la destitución de su presidente. Sin embargo uno de los cargos de RED afirmó en un informe que con varias centrales de bombeo de agua de mar distribuidas por la geografía nacional no se necesitarían nuevas centrales.
El coste de inversión sería siete veces menor. No obstante el negocio futuro de las centrales nucleares ronda los dos billones de euros y es muy posible que sea ahí donde radique la raíz de todos los problemas y la explicación a semejante cúmulo de «errores».
Extraños tiempos estos en que los lobos han conseguido que les amamanten las ovejas a las que acabaran devorando.

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