jueves, octubre 18, 2007

Ladron de Guevara, "Chacun á son goût´

jueves 18 de octubre de 2007
‘Chacun á son goût’
Ernesto Ladrón de Guevara

E STE es el título de una exposición fotográfica contraria a la dignidad humana. Había enviado un artículo a VISTAZO A LA PRENSA (se puede leer en “Firmas invitadas”) con un nuevo episodio relacionado con la retirada de la escalera que me ha anunciado el Gobierno Vasco para que me estrelle contra el suelo de ETA. Me refiero a mi escolta. Yo pensaba que nada me iba a afectar más que la propia preocupación por mi situación y mira por donde que me encuentro con la macabra, antiestética, antiética y denigratoria exposición fotográfica que el museo constituido con fondos públicos del Gobierno Vasco, el GUGGEHEIM, ha puesto en escena con contenidos hirientes y atentatorios a la memoria de las víctimas y a la mayoritaria realidad sociológica vasca. En dicha exposición aparece, con impunidad e impasibilidad de quienes la autorizan, una fotografía del cráneo de Miguel Ángel Blanco en forma de radiografía con una bala de las dos que ETA le disparó mortalmente, alojada en él. Con razón y justicia la familia del concejal popular asesinado por ETA ha demandado la retirada de esa fotografía. Los ciudadanos de bien no sólo deberíamos añadirnos a la exigencia de acabar con esa vil infamia, sino de toda la exposición, simplemente por atentar contra la dignidad humana. Imagínense el follón –por otra parte justificado- que se armaría si se montara una muestra fotográfica apologética del holocausto judío, o de la xenofobia, o de signo machista, u homófona… Sin duda, y con razón, el Gobierno Vasco, de cuyos presupuestos de Cultura depende el funcionamiento del citado museo, prohibiría contundentemente la exhibición y actuaría desde el patronato del Museo para destituir a la dirección de la institución. Porque su contenido tendría clarísimas conculcaciones de la dignidad humana protegida por esa Constitución contra la que se manifiesta de forma tan reincidente todo nacionalista de pro. ¿Por qué no lo hacen ahora? ¿Es intencionada esa exposición para zaherir, si cabe más, a las víctimas, que son antinacionalistas de forma abrumadoramente mayoritaria? ¿Qué se pretende? ¿Relativizar el fundamento que da fuerza a la idea terrorista? ¿Justificarla? Es vomitivo. Es demencial. Sólo ocurre en este País en decadencia moral. La sociedad vasca está enferma por culpa del nacionalismo. No hace mucho se descubrió que la dirección del Museo había hecho una operación fallida con dólares para adquirir obra que, al cambio, produjo un agujero económico de una cantidad nada despreciable de euros de la que ahora no recuerdo la cifra. La Consejera de Cultura se escudó en que el Museo tiene un régimen autónomo, y no tomaron medidas contra el o la responsable del desaguisado que tiró por la alcantarilla un patrimonio económico nutrido con el esfuerzo de los sufridos contribuyentes. Ahora nos regala con este desafuero. Eso se añade a la opacidad en la política de compras del material museístico, que induce a sospecha. ¿Hasta dónde puede llegar nuestra paciencia? ¿La ciudadanía está dormida? ¿Se ha quedado sin capacidad de reacción? Yo no entiendo nada.

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