jueves, octubre 18, 2007

Kepa Aulestia, Sin marcha atras

Sin marcha atrás
18.10.2007 -
KEPA AULESTIA

La escalada de ocurrencias con la que los entusiastas de la consulta de Ibarretxe pueden continuar replicando a sus detractores amenaza con empantanar aún más la política vasca. Aunque Joseba Egibar no precisó ayer si, ante un hipotético referéndum constitucional, el PNV volvería a propugnar la abstención u optaría por el 'no'. La cuestión es relevante no sólo porque de ello dependería el resultado de la consulta propuesta por Egibar. Sobre todo porque es en ese punto donde se ha producido el cambio más significativo en la estrategia jeltzale desde la Asamblea de Pamplona de 1977. Llegados al nivel de autogobierno del que los vascos disfrutamos, y cuyo poder ostenta el partido de Ibarretxe, Urkullu y Egibar, seguro que el PNV se inclinaría por el 'no'. En realidad es ésa la posición de fondo que contenía el 'plan Ibarretxe I' y que eleva a categoría de pulso definitivo el 'plan Ibarretxe II'. El nacionalismo puede asumir un parón momentáneo en su caminar permanente. Pero nunca una marcha atrás. Podrá jugar a dos barajas, votando a favor de los Presupuestos Generales en Madrid mientras presenta las relaciones con el Gobierno de Rodríguez Zapatero como las propias de un Estado libre asociado. Pero siempre y cuando la utilización de la primera convenga a la segunda.Es más que probable que el PNV no quiera la celebración de ninguna consulta. Como es más que probable que la agenda de Ibarretxe contenga la previsión de un adelanto electoral. La negativa del lehendakari a confirmar taxativamente que, aun en el caso de que no cuente con el plácet de La Moncloa, convocará la consulta del 25 de octubre de 2008, invita a pensar que el plebiscito en el que está pensando son unas nuevas elecciones autonómicas planteadas como un sí o un no a Ibarretxe. Sería congruente con su insistencia en emplear la primera persona del singular como encarnación de un sentir colectivo y con la utilización partidaria de las atribuciones tasadas del lehendakari. Pero sobre todo respondería al interés jeltzale -que concita más unidad en el PNV que la propia retirada de Imaz- de asegurarse cuatro años más en el Gobierno de Vitoria, una vez aseguradas las tres diputaciones. Es posible que Rodríguez Zapatero también haya optado por las dos barajas, para asegurarse los votos jeltzales en las Cortes y cerrar la legislatura sin necesidad de una prórroga presupuestaria. Pero resulta más que dudoso que ello contribuya a dificultar la reelección de Ibarretxe como lehendakari en unas autonómicas anticipadas.k.aulestia@diario-elcorreo.com

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