martes, octubre 23, 2007

Juan Carlos Girauta, Los limites

miercoles 24 de octubre de 2007
Pasqual Maragall, TV3 y el PSC
Los límites
Si los socialistas son capaces de incurrir en tanta iniquidad con el único objetivo de oscurecer las críticas a Z y a Montilla, la baja del quien fue su líder y su proyecto de nuevo partido, entonces es que los socialistas carecen de límites morales.

Juan Carlos Girauta

Algo ignominioso sucedió entre las declaraciones de Pasqual Maragall en Catalunya Ràdio y el momento en que el ex presidente de la Generalidad hizo pública su enfermedad. Una vileza que muestra cómo se las gastan los socialistas. Este informativo de TV3 (escúchelo, lector, hasta el final, aunque no entienda catalán; esto lo entenderá) administra la dosis suficiente de veneno para decantar el modo en que alguien –alguien que, para más inri, ha sido su jefe de filas– se enfrenta a una tragedia personal. Decidieron por él. Decidieron el cómo y el cuándo, pues, lanzado el dardo, al interesado no le queda más remedio que precipitar las cosas.
Y como Maragall, con todos sus defectos como político, tiene cien veces más categoría personal que todos los amontillados juntos, ha operado una alquimia, ha convertido la patada traicionera en una causa nueva y admirable que arroja alguna luz y alguna esperanza –ni que sea la general toma de conciencia– sobre el sombrío vivir de los aquejados (y, sobre todo, de sus familiares) por la enfermedad del olvido. Es un fogonazo del mejor Maragall, aquel alcalde que obró prodigios, que saltaba de alegría por Barcelona con su abrigo largo. Hacedor de milagros al que tanto temieron los nacionalistas por convertir lo urbano, que provoca urticaria al patetismo identitario, en centro de atención general, en motor de progreso, en atractor de inversiones. Produjo un inmenso spot global sobre Barcelona que todavía da sus rentas.
De cómo defraudó a tantos propios y de cómo irritó a tantos extraños una vez fue presidente del primer tripartito, ya dejamos sobrada constancia en su momento. Ahora subrayo otras cuestiones. La primera es la hermosa, democrática y civilizada posibilidad de decirle a alguien a quien tanto se ha criticado que es una persona valiente y admirable, y que en esta causa muchos detractores estamos con él para luchar contra el estigma, la soledad y el abandono de millones de seres humanos: lo que necesites, president. La segunda, que si los socialistas son capaces de incurrir en tanta iniquidad con el único objetivo de oscurecer las críticas a Z y a Montilla, la baja del quien fue su líder y su proyecto de nuevo partido, entonces es que los socialistas carecen de límites morales.
Juan Carlos Girauta es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.


http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_40039.html

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