Jose Oneto, Aguirre y el escandalo Jimenez Losantos

martes 23 de octubre de 2007
Aguirre y el escándalo Jiménez Losantos José Oneto

La polémica sobre la monarquía que empezó con el secuestro del semanario satírico El Jueves por orden de la Fiscalía, que siguió con la quema de fotografías de los Reyes en diversas localidades de Gerona, Barcelona y Valencia, y que tuvo un punto de inflexión cuando desde la cadena de los obispos españoles, la COPE (Cadena de Ondas Populares Españolas), el periodista protegido de Esperanza Aguirre, Federico Jiménez Losantos, pidió durante varios días la abdicación del Rey Juan Carlos en su hijo el Príncipe Felipe, ha adquirido un nivel más de conflicto tras el incidente protagonizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en un almuerzo en el Palacio Real la víspera de de la Fiesta Nacional, el pasado 11 de octubre.
La sorprendente defensa que la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre, hizo de Federico Jiménez Losantos ante Su Majestad el Rey pidiéndole el mismo trato para el periodista de la COPE que para el comunicador del Grupo Prisa Iñaki Gabilondo es tan sorprendente que, según algunas versiones, esa comparación no se produjo en ningún momento, aunque sí esta confirmanda la reacción airada del Rey sobre la actitud de Jiménez Losantos, y sobre la actitud de los obispos que consienten que desde la cadena episcopal se lancen todo tipo de infundios sobre Don Juan Carlos, sobre sus supuestos amigos, sobre sus supuestos negocios y sobre el futuro de la propia monarquía. Veinticuatro horas después del grave incidente en el Palacio Real, el protegido de Esperanza Aguirre insistía en que el problema es que Don Juan Carlos está ya muy viejo.
Jiménez Losantos, partidario de la abdicación de Su Majestad el Rey a favor del Príncipe Felipe por su connivencia con el partido en el poder, porque, según el, ha sido incapaz de ejercer el poder moderador y de árbitro que le concede la Constitución, tanto en los debates sobre el Estatuto de Cataluña como en las negociaciones sobre el proceso de paz con ETA, ha ejercido de “pinza” con los independentistas catalanes que han comenzado una campaña contra el monarca y contra los Borbones, a los que, según los independentistas, hay que llevar a la horca, incluso con la aplicación de la guillotina a la Reina Sofía.
Ante esa situación, los obispos, dueños de la COPE, se han limitado a rezar por Don Juan Carlos y por la monarquía, mientras, con la boca pequeña, apoyaban al director del programa La Mañana Federico Jiménez Losantos. El propio Jiménez Losantos, ante la posición claramente a favor del Rey del secretario de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Toledo Antonio Cañizares, se permitió el lujo de comentar con los colaboradores de su programa que “Cañizares estaba manseando”, expresión que encierra todo un tratado para entender cómo son las relaciones entre el periodista de la COPE y el Episcopado.
Cañizares, un amigo del actual Papa, es el principal defensor del locutor de la COPE, con el que se ha reunido siempre que ha habido algún problema, y probablemente Cañizares, enfrentado con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Blázquez, es el que recibirá la reacción del actual Pontífice después de la conversación que Benedicto XVI ha tenido con el Rey, ante la indiferencia del resto del Episcopado.
El escándalo que supone la publicación textual de una conversación privada de Su Majestad el Rey, filtrada por el embajador de Argentina en España Carlos Bettini, que asistía al almuerzo real, ha elevado la polémica sobre la monarquía a un auténtico conflicto político en el que aparece como implicada la presidenta de la Comunidad madrileña, protectora de Jiménez Losantos, al que ha concedido todo tipo de favores, entre ellos numerosas concesiones de emisoras de televisión digital y al que, en un momento determinado, tenía la intención de colocar en la Televisión de la Comunidad, Telemadrid, tras el cambio que se ha producido con la dimisión del director general Manuel Soriano.