domingo, octubre 07, 2007

Jose Javaloyes, La judicatura como espectaculo de fondo

lunes 8 de octubre de 2007
La judicatura como espectáculo de fondo José Javaloyes

La presión del Ejecutivo desvirtuadora del Poder Judicial, por causa de que se está ya en campaña para las elecciones, porque vuelven a ser supuestamente punibles conductas colectivas que, siéndolo de modo inequívoco, se las dejó impunes durante la legislatura que concluye —y así Batasuna y los sucedáneos suyos, como el Partido Comunista de las Tierras Vascas y Acción Nacionalista Vasca, tuvieron y tienen respectivamente circulación institucional—, es presión que hace evidente la crisis de nuestro Estado de Derecho.
Y hace evidente también esta crisis la orquestada sincronía entre los intereses y propósitos del Gobierno cuando entra a saco en el fuero del mercado libre y regido por el Derecho, y las actuaciones de los tribunales de Justicia en razón de los tiempos procesales, al dar antes o después —según y conforme convenga— entrada a los procedimientos judiciales.
Tan es así de escandaloso este proceder que, en cuestiones de interés crítico del Gobierno y del partido del Gobierno, veremos que hay denuncias que se admiten o procesos que se resuelven cuando las cosas ya no tienen remedio. De forma tal que el interés teóricamente protegido por el Derecho resulta indefenso y desasistido en la práctica, arrollado por la contundente irreversibilidad de los hechos que resultan, indefectiblemente, de la desprotección de tal interés.
La patente y escandalosa sincronía entre los tiempos y ritmos de los mercados y la sospechosa demora en la iniciación o el desenlace de los procedimientos judiciales se ha hecho evidente en lo ocurrido con la admisión, cuando ya la OPA de Enel y Acciona había llegado a puerto, de las denuncias que fueron presentadas contra las presumidas irregularidades habidas en el expediente de autorización de esa misma OPA por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
¿Qué resolvería ahora un fallo judicial que reconociera lo cierto de aquello que se denunciaba, la irregularidad habida en la tramitación de esa OPA, si ya los mercados, tanto los internacionales como el nacional, han sentenciado por su cuenta —porque así se dispuso— y establecido situaciones que ya no tienen marcha atrás? Nada resolvería ni para nada serviría tal sentencia. Bueno, habría de valer en todo caso para el pleito político que sentenciarán las mayorías nacionales en las próximas elecciones. Aunque para tal turno postjudicial habrá que cruzar los dedos, ya que la sombra de la corrupción podría alargarse, proyectarse, sobre la totalidad del escenario.
Como igual en la política que en el derecho las razones y los intereses son realidades siempre referidas al tiempo, porque cada una tiene el suyo, la manipulación de los tiempos al margen de los códigos establecidos por el Estado de Derecho son de efectos letales tanto para la seguridad jurídica como para la honestidad del mercado político, donde se forma la opinión y se sustancian —al menos sobre el papel— los procesos electorales.
La contextualización política de la aplicación del derecho depara aberraciones como la presente cuando los dirigentes de Batasuna vuelven a donde siempre debieron estar. Bien está la prisión y la rectificación, aunque sea porque vienen elecciones. Pero la rectificación no repara el daño que se hizo a la Justicia cuando por vía de la Fiscalía se suspendió el imperio de la ley y se resucitó el terrorismo de alta y de baja intensidad, alentando además el desafío de los separatismos.
jose@javaloyes.net

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