Jose Javaloyes, Cumbre franco-rusa en Moscu y...

jueves 11 de octubre de 2007
Cumbre franco-rusa en Moscú y visita de Putin a Teherán José Javaloyes

Vladimir Putin visitará Teherán en fechas próximas, posiblemente el día 20 de este mes. La noticia ha surgido en los medios franceses a propósito de la cumbre franco-rusa celebrada en Moscú durante dos días y que ha dado resultados positivos en el campo político y en el económico, según el comunicado conjunto.
Figuraba Irán en el temario de los desencuentros tratados en las conversaciones de los dos presidentes: el francés Nicolas Sarkozy, que acaba de llegar, y el ruso Vladimir Putin, que habrá de marcharse del Kremlin después de las elecciones presidenciales del mes de marzo, pues la Constitución rusa no permite —al igual que la norteamericana— tres mandatos presidenciales consecutivos.
Aunque se dice, tras del congreso de su partido, Nueva Rusia, que sí podría presentarse a las elecciones legislativas del mes de diciembre para obtener un escaño en la Duma y, en el momento oportuno, incorporarse al nuevo Gobierno para presidirlo.
Son especulaciones, proyecciones y cálculos apoyados en la hipótesis, en absoluto descabellada, de que Nueva Rusia gane los próximos comicios y, de tal manera, Putin —que tiene bajo su control los mimbres todos de su partido— no perdería el hilo del poder en ningún momento, ni en la próxima legislatura ni en los subsiguientes dos mandatos presidenciales. Pues la Constitución rusa si permite la opción a otros dos mandatos presidenciales tras de la ausencia en la Jefatura del Estado durante un periodo presidencial.
Ese horizonte de continuidades —alternativa en un caso como primer ministro del próximo Gobierno ruso, y literalmente “continuista” a partir del 2008— potencia de modo muy singular el papel nacional e internacional de Putin, y su rango de interlocutor en el vértice de una gran potencia, como vuelve a ser la Rusia de este nuevo ciclo histórico, igual en poder militar y ambición estratégica que en capacidad económica, por el ingente fondo de recursos que le aportan sus riquezas inmensas en gas y petróleo.
Nicolas Sarkozy no ha eludido en la cumbre de Moscú ninguna de las objeciones a la ejecutoria rusa actual en distintos campos, desde las brusquedades en política energética y la cuestión de los derechos humanos, al asunto de la independencia de Kosovo y al problema de Irán. Pero tampoco ha dejado de considerar el presidente francés la escala de interlocutor que, en el presente ya y para el futuro, representa este antiguo agente del KGB.
Por eso mismo, los gobernantes iraníes que le recibirán el día 20 en Teherán habrán estimado que Vladimir Putin sigue siendo para ellos, ahora más que nunca, el interlocutor más cualificado para negociar una salida a la peligrosísima situación internacional que se ha creado en torno a su programa nuclear.
En momentos anteriores a este que estamos, el régimen iraní había avanzado en la interlocución con Rusia, para alternativas de procedimiento en su programa nuclear, hasta extremos que no fueron ni siquiera entrevistos en las negociaciones y escarceos anteriores habidos con las representaciones de la Unión Europea.
De ahí el interés con que merece ser seguida la próxima visita de Vladimir Putin a Teherán. De lo que ha tomado cumplida nota el presidente francés, postulándose como puente, ante el Kremlin, de los europeos del Este. Europeos estos a los que la diplomacia de Jacques Chirac había desdeñado, especialmente a los polacos, con insistencia digna de mejor causa.
jose@javaloyes.net