lunes, octubre 08, 2007

Jaime Peñafiel, S,A.R. Harry el sucio

martes 9 de octubre de 2007
S.A.R. Harry el sucio Jaime Peñafiel

A petición Mohamed Al Fayed, un tribunal de Londres está examinando, mediante jurado, por décima vez, el accidente que costó la vida, en París, a la princesa Diana y las presuntas y ridículas implicaciones de la Familia Real y del M-16 en la muerte de la desgraciada muchacha.
Mientras esto sucede, sus hijos Guillermo y Harry desplazan de las primeras páginas de los periódicos a mamá por un escándalo sideral de este último a quien, el proceso judicial, no parece afectarle lo más mínimo.
Lo suyo no es solo emborracharse hasta el delirium tremens, en locales nocturnos de Londres. Lo peor y más grave, según recoge la prensa, es que el tercero en la línea de sucesión al trono británico, practica una modalidad de beber que puede costarle la vida: esnifar vodka por la nariz, aspirar esa fortísima bebida por sus fosas nasales. Tal aparece en la portada de algunos diarios londinenses.
Independiente de la vergüenza que estas imágenes han supuesto para la Familia Real, expertos sobre abusos con la bebida han manifestado, escandalizados, que este juego, lo más parecido a la ruleta rusa, es potencialmente mortal.
El Presidente del Real Colegio de Médicos ha declarado que no solo daña gravemente los pulmones y la traquea sino también puede producir la muerte.
Esta práctica irresponsable causa, a corto plazo, daños irreversibles en el cerebro, y es mucho más grave que el hecho de esnifar cocaína, otro de los vicios de tan impresentable príncipe, un joven desvergonzado y mal criado. Como la mayoría de estos jóvenes de casas reales, llenos de privilegios y pocas obligaciones.
Mejor hubiera sido enviarlo a la guerra de Irak, como se pensó en principio. Pero Tony Blair decidió que no porque “no se podía poner en peligro la preciosa vida de S.A.R.”.
Una mierda de vida la de este Harry el sucio por muy príncipe real que sea.

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