Ignacio Villa, La historia segun Zapatero

martes 9 de octubre de 2007
Memoria histórica
La historia según Zapatero
El presidente del Gobierno nunca ha ocultado que cree en la necesidad de revisar la Transición; piensa que la izquierda fue la gran perdedora de ese proceso y que, por tanto, el legado de éste debe ser destruido.

Ignacio Villa

Puede que ahora no sea el mejor momento, después de todo lo que ha caído, pero el compromiso electoral les pesa como una losa. No les ha quedado otro remedio que hacer lo que fuera para sacar adelante la Ley de Memoria Histórica.
No obstante, tampoco hay que engañarse a propósito del anuncio realizado este lunes por el socialista Diego López Garrido. Como siempre en lo que al PSOE concierne, hay trampa. Lo único que han conseguido es un acuerdo de mínimos para empezar a negociar, para sentarse a hablar, pero poco más. Aún hay muchos puntos de fricción y muchas diferencias en cuestiones clave de la ley. Pero el Gobierno sabe que está ya en la recta final de la legislatura, que los plazos corren y que ya casi no hay tiempo para sacar adelante esta iniciativa, que era una de sus principales banderas. Ahora, a la desesperada, intentan salvar el tipo. Ya veremos si tienen suerte.
En todo caso, con todos o con sólo algunos, lo que parece claro es que el Gobierno quiere sacar como sea una Ley de Memoria Histórica que aunque haya limado las aristas más radicales, mantenga intacto su fondo revanchista. No parece que los excesos que estaban previstos inicialmente vayan a ser finalmente incluidos en la ley, entre otras cosas porque a seis meses de unas elecciones generales el daño que podría hacer en las urnas quizá fuera excesivo. Pero al mismo tiempo necesitan sacar una ley con la que decir que han cumplido sus promesas.
Lo cierto es que esta ley en cualquiera de sus formatos contiene un fondo inequívoco: odio, rencor, revancha y revisión parcial de la historia. Rodríguez Zapatero parece muy empeñado en emplear estas armas con un claro carácter electoral. Ha sido siempre uno de sus resortes favoritos y va a seguir en la misma línea. Con esa búsqueda del enfrentamiento, el Gobierno va a intentar movilizar a un gran número de votantes de izquierda, aquellos a los que más fácilmente se puede convencer con la demagogia, aquellos más dispuestos a todo con tal de no reconocer la realidad histórica.
El presidente del Gobierno nunca ha ocultado que cree en la necesidad de revisar la Transición; piensa que la izquierda fue la gran perdedora de ese proceso y que, por tanto, el legado de éste debe ser destruido como única fórmula de colocar las cosas en su sitio. Para Zapatero, la historia ha sido injusta y él está llamado a hacer justicia de la forma más sencilla: pisoteando la Transición, abriendo las heridas en canal y reescribiendo la historia al dictado de sus caprichos y requiebros. En definitiva, fabricar una historia a la medida de Zapatero.