Enrique Badia, El "ave" de Navidad

martes 23 de octubre de 2007
El ‘ave’ de Navidad Enrique Badía

Puede parecer sencillo e incluso oportunista, pero no por ello es menos cierto: ¡se veía venir! Al final, el empeño de horadar un túnel por debajo de unas vías por las que circulan a diario en torno a mil trenes se ha revelado una absoluta temeridad. Como se viene constatando desde hace meses lo insensato de hacer llegar la línea de alta velocidad a la estación de Sants (Barcelona) a través de un estrecho pasillo, entre casas y otras infraestructuras que no se pueden eliminar ni desplazar. Cualquiera podía verlo… menos quienes presionaron lo indecible para que se tomara esa decisión y los que cedieron hasta aceptar hacerlo ¿como mal menor?
Los actuales responsables del Ministerio de Fomento, con su titular Magdalena Álvarez a la cabeza, llevan toda la legislatura aduciendo que la ejecución del AVE entre las dos principales ciudades españolas fue un desastre durante la etapa de gobierno del Partido Popular. Con toda la razón: ni Arias Salgado, primero, ni Álvarez-Cascos, después, van a pasar a la historia como inspiradores de aciertos en este asunto. Pero quizás ahora se empiecen a arrepentir de no haber sido más comedidos y prudentes, visto que lo están haciendo igual de mal, si no peor. Sólo faltaba el disparatado modo cómo han organizado (?) las rutas y medios de transporte alternativos al cierre del tramo entre Sants y L’Hospitalet.
No más razonable ha sido el empeño de comprometer solemnemente una fecha, el próximo 21 de diciembre, para la inauguración de una obra que lleva más de tres años de retraso y cuya complejidad no permite otorgar fiabilidad a ningún plazo de conclusión. Como incomprensible es mantenerlo a estas alturas —el aplazamiento no pasa de rumor—, viendo no sólo lo que falta por ejecutar, sino las incidencias que se van acumulando conforme se acelera la ejecución.
Al margen de los sucesivos hundimientos y desplazamientos registrados en las últimas semanas, la realidad es que restan todavía entre tres y cuatro kilómetros para que la culminación de los túneles y la plataforma alcance la entrada a la estación de Sants. Quiere decir que no se han colocado raíles, catenaria ni, mucho menos, un solo elemento de seguridad y señalización. Y, a fecha de hoy, faltarían sólo 58 días para que, según lo comprometido, el primer AVE circule desde o hacia la Ciudad Condal.
Teniendo en cuenta los procesos de puesta en servicio previos, por ejemplo el último de un tramo de esa misma línea, entre Lleida y Tarragona, que requirió varios meses de prueba y puesta a punto de la obra y el resto de instalaciones ya concluidas, ¿quién puede creer que habrá AVE los últimos días de diciembre?
Sin ánimo de ser agorero, cualquiera puede apostar desde hoy que el único ave que llegará a Barcelona en esas fechas… será el pavo de Navidad.
ebadia@hotmail.com