miércoles, octubre 17, 2007

Dario Valcarcel, Una hora con Sarkozy

jueves 18 de octubre de 2007
Una hora con Sarkozy

DARÍO
VALCÁRCEL
EN un salón del Elíseo, de cerca, Nicolas Sarkozy da una impresión de control, poca arrogancia, mayor sutileza de la que se le atribuyó en la campaña electoral. Más allá de la televisión o los periódicos, refleja una determinación bastante tranquila: sacudir al Estado, espabilar a la burocracia, acelerar la marcha de los ciudadanos: cambiar sus seguridades por incertidumbres. El presidente necesita empujar, deshacer, innovar: a toda máquina, con prudencia. Prudencia no es lentitud sino buen juicio. La sociedad francesa, muy estructurada, con buenas instituciones, apoya en principio al presidente. Sus enemigos dicen que Sarkozy busca cada día un éxito. ¿Aguantará el Elíseo ese tren? ¿Diez años? Quizá sí.
El jueves último recibía a un grupo de treinta europeos y norteafricanos. Entre los primeros, quince grandes empresarios, Suez, Crédit Agricole, Areva, Gaz de France, KPMG... Afortunadamente Sarkozy carece de carisma: pero tiene un raro poder de convicción que atrae personas y grupos. Siempre pone por delante la cruda realidad. Sabe que tiene en sus manos un país de cierta dimensión económica, pequeño peso demográfico, y todavía gran influencia cultural en el mundo. Primero en número de turistas, por delante de Estados Unidos, España, Italia, lo cual significa algo. Francia es potencia nuclear; potencia también diplomática, miembro permanente del Consejo de Seguridad. Grandes problemas de rigidez burocrática: defecto peligroso en plena globalización. Sarkozy parece repetir: hemos malgastado mucho tiempo, no hay un minuto que perder.
El presidente recibía a los consejeros del Instituto de Prospectiva del Mediterráneo, entre ellos al firmante de esta nota. El creador de la institución, Jean-Louis Guigou, ha dirigido, en la administración francesa, la Delegación para la Gestión del Territorio. Guigou, socialista, trató de convencer al entorno de Chirac de la urgencia de su iniciativa mediterránea. El poder le dedicó, durante tres años, grandes construcciones verbales. Sarkozy ha tardado dos semanas en ponerla en marcha.
Los europeos, cree Guigou, no podrán resistir la presión migratoria y otras amenazas del sur sin dos estrategias: una de la Unión Europea, que opera desde el Proceso de Barcelona, y otra de la sociedad civil, europea y norteafricana. Hay que acabar de una vez por todas con la dialéctica dominante-dominado y ofrecer un porvenir común a las dos orillas. No podemos seguir andando sobre una pierna, es su idea central. Guigou, y ahora Sarkozy, apoyan el Proceso de Barcelona, pero lo creen insuficiente.
Los norteafricanos esperan de la Unión Europea un nuevo diseño para avanzar más deprisa. Guigou cree que no es función de la sociedad civil diseñar grandes organigramas: la sociedad civil y las compañías mercantiles deben llevar a cabo, con el acuerdo de la Comisión Europea, servicios delimitados, presupuestados y fechados. Sobre sanidad, financiación, suministro de agua, administración de justicia, seguridad energética, educación... Y con ello un sistema trasnacional de protección civil, frente a catástrofes, sequías, pandemias. Las empresas que aporten su respaldo financiero no tendrán privilegio alguno, pero sí un derecho de información y seguimiento.
Habría que hablar de lo que rodea al habitante del Elíseo, detalles en apariencia menores: blancura sin mácula de camisas y corbatas de los cuatro ujieres del perron, frac azul oscuro, chaleco rojo, en contraste con la piel negra, congoleña o senegalesa, de uno de ellos, mensaje luego repetido en uno de los servidores de refrescos del pequeño ágape presidencial (Sarkozy comió de un bocado cuatro pasteles seguidos). Cara empolvada del ujier mayor, pelo blanco, esculpido en la peluquería de palacio. Anunció, solemne, El Señor Presidente de la República. Estas notas, en espacio limitado, impiden detallar rasgos altamente significativos. ¡Qué libertad la del narrador de La Recherche al concederse 4.260 páginas para describir objetos, personas y animales, el entramado interminable de la vida y su influencia en el diario devenir!

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