miércoles, octubre 17, 2007

Bermejo compromete a ZP

jueves 18 de octubre de 2007
Bermejo compromete a Zapatero
EL ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, dejó abierta la puerta a un nuevo proceso de negociación con los etarras al afirmar ayer, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, que «la política podrá volver a contribuir al fin de ETA». Incluso, se atrevió a vaticinar que la declaración parlamentaria de mayo de 2005 -que permitía al Gobierno iniciar el «final dialogado de la violencia»- «volverá a tener vigencia». Estas declaraciones son sumamente graves y el Gobierno debe desautorizarlas, salvo que revelen las verdaderas intenciones del jefe del Ejecutivo. Lo que afirmó ayer Fernández Bermejo es, en definitiva, que el Gobierno está dispuesto a volver a negociar con ETA. Si esto es falso, Rodríguez Zapatero debe desmentirlo sin rodeos. Pero cabe la posibilidad de que el ministro de Justicia se haya dejado llevar otra vez por su incontinencia verbal y haya desvelado una posible estrategia del Gobierno para después de las elecciones generales de 2008.
Sea cual sea la explicación de las palabras de Fernández Bermejo, el Gobierno debe asumir la responsabilidad de dar la cara ante la opinión pública y aclarar qué va a hacer en el hipotético caso de que ETA repitiera la trampa de una nueva tregua, no sea que Fernández Bermejo simplemente se haya soltado en exceso la lengua, destapando anticipadamente el proyecto de una segunda vuelta de la negociación. Hace pocos días, ETA quiso asesinar a un escolta, y ayer el ministro de Justicia -y no otro- tuvo la osadía de decir que habrá más diálogo con los terroristas, ante la seguridad de que volverán a darse las condiciones de la resolución de mayo de 2005. Ahora se explica por qué Moncloa no quiere revocar esta declaración del Congreso de los Diputados, pues es la excusa que guarda el jefe del Ejecutivo para volver a escudarse en el Parlamento si los socialistas reinician la negociación con los terroristas.
Así no se puede derrotar a los terroristas, ni es posible que la sociedad tenga la certeza moral y política de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero está realmente comprometido con la erradicación incondicional del terrorismo. En realidad son estas declaraciones, y no las peticiones de justicia y legalidad que hacen el Partido Popular o las víctimas del terrorismo, las que alejan la paz, porque están avisando a los etarras de que sus crímenes de hoy volverán a no ser obstáculo para abrir mañana, o cuando sea, una negociación política con ellos. Para Zapatero, Bermejo es un problema únicamente porque habla demasiado. Para la opinión pública, su sinceridad es alarmante porque se trata, sin rodeos de ninguna clase, de la sinceridad de un testigo de cargo.

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