Antonio Cubero, Una salida de pista deseada y festejada

lunes 8 de octubre de 2007
Una salida de pista deseada y festejada Antonio Cubero

Nunca desear a priori el mal ajeno y que se cumpla después habrá sido tan festejado como el abandono de Lewis Hamilton en el Gran Premio de China, penúltimo del Mundial. El coche del todavía líder se quedó preso en la gravilla cuando dominaba con autoridad la carrera sobre los Ferrari de Kimi Raikkonen y Felipe Massa y, sobre todo, viendo bastante lejos a través del retrovisor de su McLaren a su compañero y principal enemigo, Fenando Alonso.
Fue un ‘accidente’ absurdo —afortunadamente, sin consecuencias físicas para el piloto inglés— que hizo qu el país lo festejara como si de un triunfo se tratara. Unos aficionados que volvieron a madrugar en apoyo del asturiano tras los últimos ataques provenientes de su propia escudería. No es un comportamiento muy deportivo que digamos, pero...
Un ‘pinchazo’ el de Hamilton al no poder controlar el McLaren cuando apareció la lluvia, siempre tan aliada de Alonso, en el circuito de Shanghai. En su peor momento le llegó el primer abandono de la temporada, justo cuando rozaba la gloria de su primer Mundial y a Alonso sólo le quedaba esperar un milagro.
Un contratiempo que también hizo esbozar una sonrisa en el rictus de hielo de Kimi Raikkonen, quien con cinco grandes premios conquistados se ve como tercero en discordia a siete puntos y dispuesto a aprovecharse del ‘despelote’ en que se ha convertido la escudería McLaren.
Ahora sólo nos queda seguir soñando y cruzar los dedos a la espera de otro milagro en forma de despiste del compañero y, sin embargo, enemigo de Alonso como el de China.
El circuito brasileño de Interlagos, dicen los expertos que bastante favorable a los McLaren, será juez del Mundial de Fórmula Uno, en uno de los finales más apretados de los últimos años. Hasta tres pilotos, Hamilton, Alonso y Raikkonen, optan al título. Un triunfo del español dentro de quince días, siempre que el inglés no logre más que un tercer puesto, le daría su tercera corona mundial.
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