jueves, marzo 08, 2007

Pio Moa, La liquidacion de España (I)

La liquidación de España (I)
8 de Marzo de 2007 - 10:23:03 - Pío Moa
Que España vive un proceso bastante rápido de liquidación cultural y política me parece una evidencia. El aspecto más ruidoso es la conversión del estado español en residual, a mayor gloria del PSOE y los separatistas, y el desgarramiento de la nación en un surtido de nacioncitas de fantasía. Pero, con todo su ruido, es solo el factor de destrucción menos importante. Observen ustedes el argumentario de la mayoría de quienes critican a los separatistas. Viene a decir: “Pero, hombre, en pleno siglo XXI, cuando España se va diluyendo en un recuerdo, dentro de una Europa anglizada lingüística y culturalmente, donde pierde con rapidez su soberanía y se convierte cada vez más en una marca folclórica y turística, nos salen ustedes con esos particularismos…”. Generalmente no se dice con esta crudeza, pero es el fondo clarísimo de miles de críticas a los separatismos.
Crítica sin sustancia porque, si España se diluye de ese modo, ¿qué más da que ocurra lo mismo con una Cataluña, unas Vascongadas o una Andalucía nominalmente independientes? ¿Por qué acompañar al resto de España en ese proceso de disolución y no participar en él cada región por su cuenta? A fin de cuentas, va a dar lo mismo.
No hay, por tanto, defensa de España en ese sentido, sino contribución a una liquidación en apariencia menos dolorosa, pero mucho más eficaz y decisiva que la de los separatismos.
Y, tanto en un caso como en el otro, la actitud intelectual es la misma: el legado español apenas tiene importancia, su mantenimiento puede resultar muy costoso e inconveniente, y es mejor “adaptarse”, porque “el mundo va por ahí”.
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Diálogos filosóficos (Por cortesía de Joaquín Lai Jiménez)
Bigopardo. Te lo repito, Mitro, la igualdad, ahí, ahí está la cosa. Pero auténtica, ¿eh, colega? Mira, a mí no me vengan esos neolibes o neocons, o como coño se llamen, con pijadas de igualdad ante la ley ¡Formalidades vacías! La igualdad es la igualdad, Mitro, la real, la profunda. ¡Nunca llegas a profundizar en ella lo bastante! Porque, a ver, ¿Por qué habría yo de sentirme inferior a Beckham, o… o… o al mismo Zapotín, vamos a ver? Eso atentaría contra mi dignidad y mi autoestima, contra el hecho fundamental de que todos somos humanos. ¿Y es que con que mi voto y el suyo valgan lo mismo ya somos iguales? ¡Qué chorrada! Ya te he dicho que, por mí, pueden darle a su voto un valor triple del mío, esas formalidades me traen al fresco, pura superficie, chaval, pura forma, pura engañifa…
Mitrofán. Claro, Bigo, si en lo esencial estoy de acuerdo, pero…
Bigopardo. ¡Y ahí lo tienes, un decir! ¿Existe igualdad entre hombres y mujeres? ¡Será ante la ley, como dicen! Y eso, digo yo ¿qué hostias importa? ¿Acaso las mujeres son iguales? ¡No tienes más que mirarlas con esas caderas, esas maneras de hablar, esos mohínes, esas repugnantes tetas…!
Mitrofán. ¿Repugnantes, Bigo? ¿Estás seguro…?
Bigopardo. ¡Pues sí, asquerosas, te lo digo yo! Mi amigo Zirolo, ya sabes, un referente moral de nuestra sociedad, pero de los de verdad, ¿eh?, no te vayas a engañar, un referente intelectual… pues ya me lo explicó y me convenció… ¡Y es que sois unos subdesarrollados, hombre, que os han contado esos rollos y os los habéis tragado, eso es todo! Claro, la educación, miles de años de educación patriarcal y capitalista y opresora y todo eso… Siempre contra la mujer, siempre jodiendo a la mujer…Se entiende que a muchos os haya estragado… Mira, te lo voy a demostrar… Deberíamos imitar a la naturaleza, ser ecológicos, ¿ves? Deberíamos hacer como los caballos.
Mitrofán. ¿Los caballos, Bigo?
Bigopardo. ¡Los caballos, Mitro! Fíjate en los caballos y las yeguas. Iguales en talla, corren lo mismo, hacen casi todo igual… En cambio fíjate en los tíos y las tías, qué aspecto tan diferente y qué cosas… Lo cual demuestra que en el ser humano esas diferencias son artificiales. Y si no, fíjate en las atletas, las grandes corredoras, las nadadoras, las levantadoras de peso… La mayoría apenas tienen tetas, y menudos músculos sacan, las tías. ¿Eh? ¿Qué me dices a eso? Esas diferencias vienen de una discriminación ancestral, y si a las fulanas desde pequeñitas las entrenaran en un atletismo duro, mejorarían muchísimo. En dos generaciones salían tan musculosas y tan tal y tal como los tíos. Tiene que haber una discriminación positiva, ¿entiendes? que ellas hagan mucho más ejercicio y los tíos bastante menos, y que a los niños se les enseñe a jugar con muñecas y a las niñas con pistolas… ¡Uy, con pistolas no!... Pero con cosas mecánicas y todo eso, ya sabes. Te digo que en dos generaciones invertíamos toda la desastrosa historia de la humanidad… ¡Pero qué idea se me ha ocurrido! Se lo tengo que decir a mis amigos Zirolo y Zapotín.
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Hoy, a las 19,30, en el CEU, calle Julián Romea, 23, tendré el honor de presentar la Historia general de la guerra de España, de los hermanos Ramón y Jesús Salas Larrazábal. La mejor obra de conjunto que se haya escrito hasta ahora sobre la guerra civil, tanto por la cuidadosa atención a los datos como por la ponderación del estilo y la agudeza del análisis. Absolutamente superior, desde luego, a las de Beevor, Bennassar, no digamos de Preston, Graham y tantos otros, que a estas alturas siguen intentando convencernos de que Stalin y sus protegidos defendían la democracia, de que lo malo de la insurrección del 34 fue la represión de la misma, o que la oleada de asesinatos, incendios y asaltos que siguió a las elecciones del 36 no era un proceso revolucionario, sino manifestaciones de “alegría republicana”. Superior también a la de Hugh Thomas, pese a ser esta mucho más ponderada que las de Beevor y compañía, y haberla corregido sustancialmente el autor en sucesivas ediciones.
Cuando me preguntan por las mejores obras sobre la guerra, coincido con Ricardo de la Cierva en señalar tres: la Historia del Ejército Popular de la República, de Ramón Salas Larrazábal, las monografías de Martínez Bande y La guerra civil española. Revolución y contrarrevolución, de Burnett Bolloten. Cada uno de ellos estudia minuciosamente aspectos parciales, pero fundamentales, de la guerra, y el de Bolloten es especialmente valioso para entender las pugnas dentro del Frente Popular. Hay que añadir, como visión general, esta de los hermanos Salas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio Lugano homem brilhantissimo

Anónimo dijo...

Eduardo Barreiros, gallego universal