lunes, marzo 05, 2007

Mariano Rajoy, España, por la libertad

martes 6 de marzo de 2007
España, por la libertad
DESDE sus inequívocas y profundas convicciones democráticas, el Partido Popular convoca a manifestarse a todos los españoles que se sienten molestos y disgustados por la excarcelación del asesino Ignacio De Juana Chaos. Los populares queremos que el pueblo español pueda manifestarse pacíficamente el próximo sábado 10 de marzo contra una decisión que consideramos inaceptable ya que supone una gravísima cesión al chantaje que ETA viene planteando a la sociedad española desde hace más de treinta años. Con esta iniciativa queremos que todos los ciudadanos que desean la victoria de la democracia sobre la banda terrorista puedan decir al presidente Rodríguez Zapatero lo que opinan sobre su decisión de excarcelar a un asesino tan sanguinario y despreciable como De Juana Chaos.
El pasado jueves dije en Vitoria lo que pensaba sobre esta cesión. Le pedí al presidente del Gobierno que diese la cara, que compareciese ante las Cortes y que rectificase su decisión. No ha hecho nada de lo que le solicité y por eso mi partido apela directamente a los ciudadanos para que puedan ejercitar el derecho democrático a manifestarse contra una decisión política que supone, por primera vez en muchas décadas, la cesión de un Gobierno de España al chantaje de ETA. Nunca antes había sucedido algo así. Ni Adolfo Suárez, ni Leopoldo Calvo-Sotelo, ni Felipe González o José María Aznar hicieron lo que José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho y eso que tuvieron que hacer frente a situaciones durísimas en las que el terrorismo de ETA llegó a desestabilizar atrozmente la normalidad de nuestra vida democrática; baste recordar ahora la firme respuesta que dio la sociedad española -encabezada por el Gobierno de entonces- al chantaje que los etarras plantearon con el secuestro de Miguel Ángel Blanco.
Lo que hizo el Gobierno el pasado jueves acordando la excarcelación de De Juana Chaos es exclusivamente el producto de la debilidad del Sr. Rodríguez Zapatero. Lamento decirlo así, pero es mi obligación hacerlo. ETA ha doblegado la voluntad de un presidente del Gobierno que ha tenido miedo de ver morir a un terrorista en la cárcel. ETA ha conseguido torcer el curso de los acontecimientos que imponían la dignidad de nuestras instituciones democráticas. Es más, los terroristas han logrado una victoria inaceptable sobre nuestra democracia al ver cómo el presidente Rodríguez Zapatero cedía ante algo a lo que no estaba legalmente obligado. Y es que la situación por la que atravesaba De Juana Chaos no era la de un enfermo al que cabe aplicar una medida de generosidad, sino la de alguien que voluntariamente utilizaba su propia vida chantajeando al Estado de Derecho con una huelga de hambre. Por eso es intolerable que el Gobierno eluda su responsabilidad con el argumento de que ha adoptado una medida humanitaria similar a las que llevaron a cabo otros gobiernos en el pasado. Lisa y llanamente, eso es falso. Nunca antes un gobierno ha modificado la situación penitenciaria de un criminal como respuesta al chantaje de una huelga de hambre.
De Juana Chaos ha sido excarcelado por debilidad. Por miedo a tener que afrontar la situación de hacer frente a la hipótesis de la muerte de un asesino que no se arrepiente de sus asesinatos, que no ha tenido el más mínimo deseo de pedir perdón o de mitigar, de un modo u otro, el dolor causado a sus víctimas. Por eso, la decisión del presidente Rodríguez Zapatero es una decisión política: un acto de generosidad hacia alguien que no lo merecía ni lo merece. De hecho, ofende a la verdad quien diga que es un acto de humanidad. No es humanitaria una decisión así y menos aún justa. Estamos ante la decisión de un presidente débil que ha querido tener un gesto de buena voluntad hacia un asesino a sueldo de una banda terrorista que hace tan sólo dos meses volvió a atentar contra la democracia española al asesinar a dos personas en la T-4 del aeropuerto de Barajas.
La sociedad española está dolida por una decisión así, una decisión que no entiende, ni aplaude ni justifica. Lo único que saben los españoles es que un terrorista ha recibido un trato de favor y que el Gobierno no ha sido capaz de explicar de forma solvente cuáles son los motivos que avalan legítimamente su decisión. Después del atentado en la T-4, vimos al Sr. Rodríguez Zapatero eludir su responsabilidad y ahora volvemos a verlo en el papel de quien es incapaz de estar a la altura de lo que procede en el presidente del Gobierno de España, en este caso, de explicar a los españoles por qué ha respaldado la excarcelación de un asesino como Ignacio De Juana Chaos.
Por todos estos motivos creo que los españoles están en su derecho de poder decir al Gobierno lo que piensan de una decisión que premia a los terroristas al burlar el respeto que se merecen las víctimas y al dañar la dignidad de nuestra democracia. La sociedad española no se merece una decisión así. Por eso no acepto esta situación y apelo a los ciudadanos para que se manifiesten democráticamente por una decisión que compromete de manera muy grave la imagen y el crédito de nuestro país. Es la primera vez que una sociedad abierta que se respeta a sí misma adopta a través de su Gobierno legítimo una decisión que supone en la práctica torcer su fortaleza soberana ante el chantaje de una banda terrorista. Me niego a que esta decisión pueda adoptarse sin que los responsables de la misma vean cómo los ciudadanos expresan democráticamente a través del ejercicio del derecho de manifestación su malestar y su desacuerdo. Es hora de que los españoles expresen lo que piensen y que lo hagan con la dignidad de un pueblo que dice en la calle que no está dispuesto a que se le avergüence con la decisión de un Gobierno que ha conseguido agradar a una banda de asesinos. Por eso, el próximo 10 de marzo pido a los españoles que acompañen al Partido Popular en lo que es un acto de reparación de la dignidad de nuestra democracia.
MARIANO RAJOY
Presidente del Partido Popular

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