sábado, marzo 03, 2007

Jose Ramon Onega, Politicos y empresarios

domingo 4 de marzo d 2007
POR JOSÉ RAMÓN ÓNEGA
villa y corte
Políticos y empresarios
Es lástima que en los planes de enseñanza que cada ministro de Educación pone en marcha nada más jurar o prometer el cargo no aparezca la exigencia de leer a los clásicos. Yo estos días saboreo El diablo cojuelo, de Vélez de Guevara, y no salgo de mi asombro.
El estudiante don Cleofás pregunta al Diablo: "¿Eres Barrabás, Belial, Astarot?". Y el Diablo, o diablillo, le contesta explícito: "Esos son demonios de mayores ocupaciones...Yo soy las pulgas del infierno, la chisme, el enredo, la usura, la mohatra. Yo truje al mundo la zarabanda, el déligo, la chacona, el bullicuzcuz, las cosquillas de la capona, el guiriguirigay, el zambapalo, la mariona, el avilipinti, el pollo, la carretería, el hermano Bartolo, el carcañal, el guineo, el colorín colorado".
Parece mismo que está describiendo los vicios de esta época, los comportamientos de nuestros políticos, sus intenciones de futuro, sus venganzas personales, sus florituras dialécticas, sus artimañas renacentistas. Incluye a Arnaldo Otegi, líder de la ilegalizada Batasuna, que pide diálogo pero no rechaza la violencia.
Radiografía el dilema de la Goma 2 Eco usada, o no, en la masacre del 11-M, frente de batalla de medios y expertos en la cosa. Acoge a los dos principales partidos que riñen, caliente el cadáver, por el color de las medallas de la soldado Idoia. Dice Manuel Jiménez de Parga, ex presidente del Tribunal Constitucional: "Los partidos se han convertido en una agencia de colocación de fieles empleados". Umbral le llama carnaval político, en el que todos se ven especialistas en el arte de alborotar el país.
El diablo cojuelo sigue su fisgoneo por los tejados. A tres meses escasos de las elecciones autonómicas y municipales, se saca toda la ropa sucia al balcón. Se ponen verdes, se escaldan de improperios, se atacan con misiles, se enseñan las vergüenzas. No estaba yo informado de que en el PSOE le esperan al presidente Zapatero con la escopeta cargada, que vino a decir Joaquín Leguina. Ni que en el Partido Popular hubiese tres corrientes que se siegan la hierba bajo los pies: los sorayos, villarcitos y gallardonejos.
No lo digo yo, lo dice Jiménez Losantos, distinguiendo una derecha colaboracionista de otra extrema. Y Zaplana, del que deducen que se aparta de la línea dura porque no estuvo en la última manifestación de las Víctimas del Terrorismo.
En todos los partidos hay corrientes. Alfonso Guerra ya advirtió a los suyos que el que se moviese no saldría en la foto, y con la división en el PP a la hora de votar la Ley de los Transexuales, todo indica que la clase política necesita prozac. Andan más nerviosos que Penélope Cruz en la entrega de los Oscar, pero sin su belleza y encanto. Las elecciones no son una consulta sino una guerra. Se someten a un estrés tan fuerte que quedan averiados de por vida y tienen que resucitar a Sigmund Freud.
Por fin, el teatro o circo montado por el genocida Iñaki de Juana baja el telón. El régimen atenuado que le ha concedido el ministro Rubalcaba, trasladándole a un hospital de San Sebastián y, una vez curado, a su domicilio, es medida controvertida, pero práctica.
En cuanto a la derecha, el modelo debería ser Nicolas Sarkozy, que visitó Madrid. Dije aquí que tuve ocasión de hablar con él comprobando que es político de largo alcance. No disfraza sus creencias, no disimula sus orígenes, no dispersa su programa. Proclama que es de derechas y sabe que tiene a Le Pen cerca pero no en su cesto.
La gauche francesa le respeta porque ser de derechas en Francia es democrático, no como aquí que es ser facha, cuando no fascista. El día que oigamos a un político titularse de derechas, se abrirá la hermosa senda de la democracia. España es el único país del mundo en que la izquierda insulta a la derecha llamándole derechona.
Una vez le pregunté a Ana Pastor en los desayunos del Ritz por qué la derecha no llama a la izquierda izquierdona, porque ahí está el Partido Comunista de Gaspar Llamazares tan fresco y saludable que imparte doctrina y criterio después de su fracaso mundial. Naturalmente, Pastor me contestó a la gallega, o sea, por una parte ya sabes y por otra qué quieres que te diga.
Mientras la política sueña nirvanas, hay colectivos que trabajan. Son los empresarios y profesionales gallegos en Madrid. Los gallegos llegamos a la meseta como segadores y ahora tenemos poder. Vas al médico y los mejores especialistas son gallegos. Vas a los ministerios y encuentras algún subsecretario de tu provincia. Negocias una hipoteca y sabes que el presidente del banco es de tu aldea.
Ahí está Gerardo Díaz Ferrán, que acaba de sustituir a José María Cuevas al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Su padre nació en la aldea de Biduedo, del concello de Baralla. Lleva la vocación empresarial en la sangre. Se hizo a sí mismo creando empresas como el pastor multiplica el rebaño. Preside CEIM y la Cámara de Comercio de Madrid y lidera un ejército de negocios: Marsans, Air Plus Comet, Aerolíneas Argentinas y por ahí. Le tratas y es amable y cordial.
La última vez coincidimos a la salida de una boda y mientras esperábamos los conductores, hablamos del tiempo. Que presida empresas aeronáuticas y turísticas es un símbolo. Porque es extender el dominio al cielo, remontar el vuelo por los continentes, sentir el poder y la gloria desde las estrellas.
Está en este olimpo también Fernando Fernández Tapias, Fefé, de Vigo, cuyo currículo a imitar, como el del precipitado Mario Conde, figura en los textos de las facultades de Empresariales. Otro símbolo: sus navieras, negocios marítimos, incluso su yate Nufer, señorean el mar infinito, reino de Plutón. Compartimos mesa y mantel alguna vez y tuve la cercanía de su bella e inteligente mujer, Nuria, que me habló de que un gallego no renuncia nunca al buen marisco.
O Francisco González, de Chantada, presidente del BBVA, que acaba de adquirir el banco americano Compass Bancshares. Otro símbolo más: entrar en el imperio USA, enseñar finanzas a los petroleros de Texas, intereses a los brókeres de Chicago, inversiones a los magnates de Nueva York. Dije de él, con elogio, que desayuna bocatas de lacón regado con vino de Amandi y me regaló silencio. Los banqueros no tienen humor, sólo dividendos y ahora está en los microcréditos.
Y sigue el patrón de Inditex, Amancio Ortega, con la escudería Zara, vistiendo a medio planeta, que no es un símbolo sino un milagro. Acaba de cerrar trato desinteresado con Paco Vázquez para arreglar la Embajada de España en el Vaticano, un hermoso edificio renacentista al que le pesan los años. Hay otros: Enrique Santín, gran empresario y mejor persona, fundador de Aegama, que hace de Cliner un feliz modelo empresarial; José Martínez, que renovó la oferta hotelera; nuestro editor Feliciano Barrera, que es sapiencia y comunicación democrática; Gonzalo Pascual, vicepresidente de la CEOE; Francisco Canabal, que domina Canarias. O Francisco Cal, que preside Aegama, la masonería del empre- sariado gallego en Madrid.
Si el Gobierno quiere resolver las OPA de Endesa, que llame a los gallegos. Son oro fino.

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