martes, marzo 06, 2007

Ibarraa se puede ir de la Junta extremeña sin sueldo

GARGANTA PROFUNDA

Rodríguez Ibarra se puede ir de la Junta extremeña sin sueldo
Elsemanaldigital.com

A día de hoy, el que pronto será ex presidente de la comunidad no tiene garantizada ni remuneración ni cotización a la Seguridad Social. Salvo que vuelva a dar clase, como quiere hacer.

7 de marzo de 2007. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, como en su día hizo en Madrid Joaquín Leguina, mal que le pese, y ahora Esperanza Aguirre, puede no llevarse un sueldo cuando abandone la presidencia de la Junta de Extremadura después de 24 años. "A menos que dicha posibilidad se decida mientras sigue siendo presidente", de aquí al próximo 27 de mayo, tal y como reconocen a Garganta Profunda fuentes socialistas. Tanto en Extremadura como en Madrid se esgrimen "reticencias morales" al respecto, pese a que numerosas comunidades y por supuesto los ex ministros y los ex presidentes del Gobierno ya tienen regulados por ley las condiciones y beneficios de que pueden disfrutar cuando acaban mandato. La intención de Ibarra, pues, para seguir cobrando al final de cada mes y seguir cotizando a la Seguridad Social hasta la jubilación, es volver a la facultad de Educación de la Universidad de Extremadura.Aunque, puestos a elegir, Ibarra preferiría aprovechar su experiencia en la Junta para enseñar, por ejemplo, financiación autonómica, antes que volver a las clases de lengua española. Pese a los deseos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y a instancias del grupo socialista en la Asamblea de Extremadura, se desempolvó meses atrás un viejo proyecto de estatuto que reconozca y retribuya a los ex presidentes extremeños. Y el primero será -a partir de mayo- Ibarra que, desde luego, no desea que su despedida se pueda ver empañada, ante sus conciudadanos, por un interés meramente económico. Hace ahora tres años y medio, en octubre de 2003, el PSOE y el PP extremeños llegaron a negociar y a pactar un estatuto de ex presidente de la Comunidad -que no incluía un sueldo, aunque sí despacho y secretaria-, pero se acordó que fueran los populares los que lo presentasen, cosa que nunca hicieron. Y que Ibarra nunca reclamó. No obstante, el proyecto está ahí y se hace lo posible para acometerlo, de forma que el aún presidente pueda disfrutarlo desde el mismo momento en que abandone la Junta.De momento, Juan Carlos Rodríguez Ibarra sigue sin descender de la atalaya de su razón y no quiere oír hablar del asunto y siempre ha preferido que, en todo caso, la iniciativa se desarrolle en una nueva legislatura y con un presidente distinto al frente de la Junta. Es la misma previsión que tienen en Ferraz: "El deseo de Ibarra es volver a la docencia y eso es lo que hará". En consonancia con su personalidad abigarrada, el aún presidente de los extremeños no se ha cansado de presentarse como una suerte de Robin Hood de la dehesa. Por cierto, el disfraz funcionó un tiempo, cuando ocupar las fincas de la duquesa de Alba se convirtió en el primer deporte de la región. Pero las polillas no respetan nada...

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