domingo, marzo 04, 2007

Enrique Serbeto, La venganza de Merkel

domingo 4 de marzo de 2007
La venganza de Merkel
Por Enrique Serbeto
Este jueves hay un Consejo Europeo en Bruselas, donde se encontrarán forzosamente José Luis Rodríguez Zapatero y Angela Merkel. La canciller alemana está presidiendo la UE el semestre y tiene muchos asuntos pendientes en su agenda, sobre todo dos: la resurrección la Constitución Europea,y la energía. Naturalmente, con Rodríguez Zapatero tiene que hablar de las dos cosas y en ambas no muy amistosamente puesto que a Merkel no le ha gustado la reunión de los llamados «amigos de la Constitución» organizada en Madrid cuyo único efecto ha sido el de subrayar las divisiones. El otro asunto del que muy probablemente hablarán Merkel y Zapatero es la opa de Endesa y es de suponer que tampoco de forma amistosa. Y si Zapatero esperaba que el amigo Romano Prodi venga a echarle una mano, ya se puede ir olvidando, porque eso no serviría más que para sacar a relucir un pacto inconfesable en contra de E.ON. Lo que tenga que explicarle a la canciller se lo tendrá que decir solito. Bueno, con el intérprete, porque por señas la única que podría utilizar sería encogerse de hombros.
Con su actuación en el caso de Endesa, el presidente del Gobierno ha demostrado que en España la economía está todavía, al menos en sus aspectos esenciales, bajo control político y que si la autoridad competente lo desea, tiene mecanismos para intervenir a su antojo y que personalmente él puede ser lo bastante tozudo como para torcer el destino de una empresa y puede que de todo un sector como el de la energía, según su voluntad y por razones que no tienen que ver ni con el interés del mercado ni con los beneficios del país. A la inversa, nadie, por grande que parezca, puede hacer nada en contra de la del Ejecutivo. Así están las cosas en España.
Alemania no hace y deshace a su antojo en Europa, porque hay instituciones que tienden a matizar el reparto de poder, pero lo que puede que Zapatero no haya pensado bien es que en Europa tampoco es posible hacer nada si te vas a poner en contra de Alemania. Tarde o temprano, algo así se paga. Es verdad que España ya no es el pedigüeño de los fondos estructurales al que se le podía amenazar recortando unas subvenciones aquí o allá. Otros asuntos vendrán, el más importante de ellos el de la Constitución Europea, en el que el optimismo irreflexivo de Zapatero y su «de vuelta con Europa» nos dejó con menos poder del que tenemos ahora en el Consejo y perdiendo escandalosamente escaños en el Parlamento. Eso cuenta como dos o tres opas. Pero si Zapatero cree que España va a mejorar sus posiciones en la nueva renegociación y que para ello puede tener el apoyo de Alemania, va dado.

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