miércoles, marzo 07, 2007

Edurne Uriarte, El estilo 13-M

jueves 8 de marzo de 2007
El estilo 13-M
POR EDURNE URIARTE
Se siente tan acorralado en el asunto De Juana que el presidente ha decidido volver a la oposición. A lo peor de su oposición. Al estilo 13-M, el que practicó con la misma pareja del montaje De Juana, con Alfredo Pérez Rubalcaba. A la agresividad, a la bronca, a la descalificación, a la manipulación y a la abierta mentira.
Incapaz de justificar lo injustificable, amenazado por las evidencias de una negociación que no se atreve a defender, Zapatero busca excusas, coartadas y vías de huída en el pasado. Y con las artimañas del mal jugador que cuando empieza a perder se salta las reglas de juego, reglas que son las de la verdad y de la coherencia política en este juego que es la política.
Su comparación del segundo grado de De Juana con las excarcelaciones de etarras durante los gobiernos del PP es seguramente una de las mentiras más chapuceras de los últimos años de la democracia. Y una mentira que Zapatero utiliza con pleno conocimiento de que lo es. Comprensible quizá en un activista exaltado y poco informado, pero impresentable en el presidente de la nación. Él sabe que las excarcelaciones que supuestamente ha desempolvado se producen como consecuencia de la aplicación de unos beneficios penitenciarios que no fueron dados por el PP sino por el Código Penal anterior.
No fue la decisión ni la voluntad del PP la que excarceló a esos etarras sino el Código Penal con el que fueron juzgados y con el que se aplicaron sus beneficios penitenciarios, en los gobiernos del PP y en los gobiernos del PSOE. Pero sí ha sido la decisión del Gobierno de Zapatero la que ha enviado a casa a De Juana. Ésa es la inmensa diferencia que simplemente retrata la otra gran diferencia que enmarca toda la polémica. Y es que aquellas consecuencias del Código Penal anterior se combinaron entonces con una acción política de persecución del terrorismo y ahora lo hacen con la negociación con el terrorismo. Con tantas evidencias, lo único que consigue el estilo 13-M es aumentar el escándalo De Juana, es decir, añadir ciudadanos a la manifestación del sábado. Probablemente, Zapatero animó ayer a varias decenas de miles más.

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