jueves, marzo 08, 2007

Bermejo dinamitó un pacto con el PP sobre la reforma de TC

Bermejo dinamitó un pacto con el PP sobre la reforma del TC
Elsemanaldigital.com

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Diego López Garrido e Ignacio Astarloa tenían el acuerdo listo hasta que llegaron "órdenes de arriba". Resultado: la ley que regula tan importante institución deja de ser de todos.

7 de marzo de 2007. El propio portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, después de levantarse de la mesa para evacuar la enésima consulta telefónica, reconoció semanas atrás ante su interlocutor, Ignacio Astarloa, secretario de Libertades Públicas del PP, que su formación había cambiado de estrategia sobre la marcha, a punto ya de cerrar un acuerdo para reformar la ley que regula el funcionamiento del Tribunal Constitucional. Aunque López Garrido no dio demasiadas explicaciones sobre el cambio repentino -se limitó a hablar de "órdenes de arriba"-, todas las fuentes parlamentarias consultadas por Elsemanaldigital.com apuntan a una decisión del nuevo ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, de romper cualquier consenso con los populares, lo cual provocó un frenazo a las "avanzadas" conversaciones del PSOE con el Partido Popular sobre la más importante modificación de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, echando por tierra, así, el deseo manifestado por el propio Tribunal de que el cambio tuviera un amplio apoyo de las Cámaras para garantizar que no responde a coyunturas políticas. En contraste con la LOTC de 1979, que fue apoyada por más del 80% del Parlamento, la reforma a la que el martes dio luz verde la Comisión Constitucional del Congreso fue rechazada por el 45% de la Cámara, incluyendo el principal partido de la oposición. Eso sí, el nuevo texto permite a María Emilia Casas seguir como presidenta del TC hasta el diciembre, cuando concluye mandato en junio. Bien sabía Astarloa lo que dijo durante el debate cuando sostuvo que "esta ley es la primera plasmación del efecto Bermejo". Simplemente, el Gobierno ha querido evitarse que el Alto Tribunal pueda convertirse en una fuente de disgustos con una posible maniobra del sector denominado conservador para lograr la presidencia en el segundo semestre de 2007. Desde la recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps para estudiar los recursos de inconstitucionalidad del nuevo Estatuto de Cataluña, el Constitucional se ha convertido en una de las claves de la disputa política. Y Bermejo, desde luego, no se amilana. El ministro de Justicia empieza a ejercer su papel: adaptar la Ley al objetivo de satisfacer las pretensiones de José Luis Rodríguez Zapatero y arrinconar al centro derecha.

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